Por Alejandro León
La industria exportadora de frutas, vital para la economía chilena, enfrenta un riesgo potencial para la temporada 2025/2026 en la región de O’Higgins: la detección de múltiples focos de mosca mediterránea de la fruta (Ceratitis capitata), puso en alerta a los productores del rubro.
Ante las posibilidades de impacto sobre la calidad y el valor comercial de la producción, la Federación Gremial Nacional de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta) elevó la voz exigiendo acciones firmes del Gobierno para frenar lo que su principal representante calificó como una “alerta máxima”.
En conversación con El Tipógrafo, su presidente, Víctor Catán, señaló que el registro de 42 focos vigentes en el país —con concentración importante en Tarapacá, la cuarta región y la Región Metropolitana—, podría derivar en “complicaciones” y en entredichos al estatus sanitario del país frente a los exigentes mercados internacionales.
El representante dijo confiar en la labor del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en las tareas de control y erradicación, pero planteó sus observaciones frente a lo que apunta como una respuesta estatal incompleta: “Otra parte importante del Estado está fallando de manera recurrente”, afirmó Catán, al apuntar al Ministerio de Seguridad Pública y a Aduanas por la laxitud en el control de entrada de mercancía vegetal por pasos no habilitados al territorio nacional.
Así, Fedefruta entregó propuestas concretas: endurecer la normativa y su aplicación —con retenciones de carga, multas onerosas y sanciones efectivas— para generar disuasión frente al ingreso irregular de productos, a su juicio, la principal fuente del problema.
“Hoy prácticamente menos de un 10% de las sanciones se aplican”, dijo Catán, que reclamó sumar al Ministerio del Interior, al Servicio de Impuestos Internos y a la Contraloría en la fiscalización y control, éste último, por cuanto habría organismos “que están mirando hacia el lado o no se están tomando esto con la seriedad que deberán tomárselo.”
Respecto al protagonismo de los alcaldes, “deben exigir que los gobiernos regionales presten atención a lo que está pasando en sus comunas”, señaló el representante, citando casos como Montepatria y Malloa para ilustrar la magnitud del problema en las comunas.
Vigilancia activa en O’Higgins
Tras la detección de ejemplares de mosca de la fruta en la zona rural de Malloa el pasado mes de marzo, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) activó una cuarentena de 7,2 kilómetros a la redonda para la mayoría de los mercados y de 27,2 kilómetros para las exportaciones a China, atendiendo a las exigencias sanitarias más estrictas del gigante asiático.
Según la Resolución Exenta Nº690/2025 del SAG, el área bajo control se enfoca en las provincias de Cachapoal y Colchagua, incorporando completamente las comunas de Malloa, Quinta de Tilcoco y Coinco, y parcialmente las comunas de Doñihue, Olivar, Requinoa, Rengo, San Fernando, Chimbarongo, Placilla, San Vicente de Tagua Tagua y Coltauco.
En lo práctico, las medidas se han traducido en la instalación de puestos de control móviles y transitorios dentro y fuera del área afectada, la inspección y verificación de origen en centros de acopio hortofrutícolas, además de implementación de estrictos protocolos para el manejo y tránsito de productos vegetales embalados fuera del área bajo control pero que necesitan transitar por ella.
Según confirma el organismo, se han registrado, hasta el momento, 24 capturas en la red de dos mil trampas implementadas. La última captura se dio el 5 de mayo pasado, por lo que durante la temporada invernal no han existido nuevas detecciones.
Sarita Caris, jefa de la campaña de erradicación de la mosca de la fruta en Malloa, refuerza el compromiso de la comunidad en la campaña de control: “Debemos agradecer a la comunidad por haber recibido favorablemente las labores que estamos realizando. Además, hemos contado con el apoyo del municipio de Malloa para la realización de las tareas que se deben llevar a cabo para alcanzar la erradicación de esta plaga”.
Con una proyección de los resultados de los monitoreos, el SAG O’Higgins estima que la campaña de erradicación debiera culminar en el mes de diciembre próximo.