La igualdad de género es más que una causa justa, es una estrategia clave para el desarrollo y la sostenibilidad de todos los sectores, especialmente de uno tan crucial como la construcción. Durante años, esta industria ha estado marcada por una fuerte presencia masculina, pero hoy estamos siendo testigos de una transformación que no sólo es necesaria, sino vital: las mujeres están emergiendo como protagonistas en la creación de un futuro más inclusivo, innovador y, por supuesto, sostenible.
Aunque las mujeres representan solo el 17% de la fuerza laboral en la construcción, lo que refleja avances significativos, está claro que aún queda mucho por hacer. Desde la Comisión de Mujeres de la Cámara Chilena de la Construcción O’Higgins, hemos asumido el reto de fomentar la participación activa de las mujeres en este sector. A través de diversas iniciativas, estamos trabajando para crear oportunidades reales, que permitan a las mujeres desarrollar sus habilidades y talento en un entorno que tradicionalmente no ha sido su espacio.
Una de estas iniciativas ha sido la organización de visitas a obras de construcción con alumnas de establecimientos técnicos profesionales de la región. Estas experiencias son esenciales no sólo para entregarles una visión clara de cómo se desarrollan los proyectos, sino también para derribar los estereotipos que aún limitan la participación femenina en el sector. Queremos que las jóvenes vean la construcción como una carrera llena de posibilidades para innovar, crecer y, sobre todo, impactar positivamente en el entorno que nos rodea.
Más allá de la equidad de género, la inclusión de mujeres en la construcción trae consigo una perspectiva transformadora que tiene un impacto directo en la sostenibilidad de la industria. La diversidad de equipos de trabajo promueve la creatividad, la innovación y nuevas formas de pensar, elementos fundamentales para desarrollar soluciones sostenibles que no solo respeten el medio ambiente, sino que también mejoren la calidad de vida de las comunidades.La integración femenina, lejos de ser solo un paso hacia la justicia social, se convierte en un motor de cambio hacia una construcción más responsable. No solo se trata de derribar barreras de género, sino de crear un espacio donde las mujeres puedan ser agentes de cambio.
El camino aún es largo, pero el compromiso es más grande que nunca. Incluir a las mujeres en la construcción es una necesidad urgente para hacer de esta industria un referente de innovación sostenible.
En este Día de la Mujer, hacemos un llamado a seguir derribando barreras y abriendo caminos para que más mujeres se proyecten profesionalmente en la construcción. Porque la igualdad de género, la sostenibilidad y la innovación van de la mano. Y, juntas, podemos construir un futuro más inclusivo, diverso y respetuoso con el planeta.
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