La temporada de cerezas concluyó y según informaron desde el Comité de Cerezas de Frutas de Chile, este año se exportaron 413.979 toneladas, de las cuales 149.663 fueron enviadas desde la Región de O’Higgins, lo que para el presidente de Frutas de Chile, Iván Marambio fue una cifra muy buena, ya que la temporada de cerezas de este año a nivel nacional partió “con bastante incertidumbre por los dos problemas climáticos que tuvimos durante el 2023, primero fue la falta de horas de frío durante el invierno o sea un invierno más caluroso con temperaturas mínimas por sobre lo normal y lo segundo estas lluvias fuertes que tuvimos al principio de noviembre, que la verdad, nos asustaron mucho”.
Lo anterior debido a que la lluvia de noviembre generó cuantiosas pérdidas en el rubro de las cerezas e hizo que los productores tuvieran que modificar sus proyecciones, de 96 millones de cajas a lo mismo que el año pasado. Según Marambio “el Comité de Cerezas de Frutas de Chile, que está bajo nuestro alero bajó la estimación a 81,5 millones de cajas, más menos, finalmente fueron 83 millones de cajas el mismo número que el año el año pasado, lo cual es muy sorprendente dado que, como lo conversábamos al principio, había un ánimo de que esto por esta lluvia el volumen iba a ser muchísimo más bajo, e iba a estar alrededor de los 70 millones y sin embargo pudimos superar casi en un 14% de esa cifra”
El presidente de Frutas de Chile destacó que “las regiones de O’Higgins y Maule, son las zonas del mundo que más producen y exportan cereza en todo el planeta. Son por lejos las regiones más grandes en el hemisferio sur de exportación de cereza y las principales del mundo tomando ambos hemisferios y así que estamos bastante felices con el desarrollo de la temporada”
¿A dónde van las cerezas?
El principal mercado es en China, pero Frutas de Chile tiene una estrategia “de mediano plazo, de 3 años, y en ella se incluye evidentemente la diversificación, que pasa por dos conceptos bien importantes: la primera es tratar de cubrir otros mercados que no sean solamente China y ahí está Estados Unidos que es el segundo más importante; está India, que es un mercado incipiente y que queremos desarrollar, y están otros mercados de Asia como son Corea y Taiwán”. Marambio agregó que la segunda estrategia es ir a la China profunda y al centro del país ofreciendo las cerezas.
Respecto de India como destino de la cereza chilena, Marambio indicó que “es un mercado que no solamente hoy en día tiene más de 1.300 millones de habitantes -la población más grande del mundo-, sino que además es el país que más crece. Por lo tanto, lo que está pasando allá es que cada cada año accede más gente a una clase media que tiene poder adquisitivo la cual busca productos que son considerados más lujosos, como nuestras cerezas o nuestras frutas”. El presidente de Frutas de Chile comentó que la gran dificultad para seguir desarrollando el mercado son los problemas logísticos, porque las líneas navieras no tienen servicios directos de Chile al país asiático, y ese tiempo entre las distintas escalas es perjudicial para la fruta.
Otro desafío para el mayor ingreso de productos chilenos a la India es que ese país cuenta con aranceles para proteger su producción propia, no solamente de frutas, y por ese motivo desde la asociación están trabajando en conjunto con el Gobierno de Chile para buscar instrumentos que permitan disminuir esas barreras. Marambio indicó que “afortunadamente ellos han ido avanzando también en liberar productos, como hoy día son los arándanos que bajaron de 30% a 10%, pero sin embargo necesitamos avanzar en la liberación o baja de otro tipo de aranceles principalmente las manzanas, que son el principal producto que nosotros exportamos a India. Lo mismo sucede con los kiwis que hoy cuentan con un arancel preferente”. Respecto de la cereza, ésta tiene arancel cero en India, por lo cual “tenemos una tremenda oportunidad cuando superemos los problemas logísticos”, indicó el presidente de Frutas de Chile, y agregó que “se nos está abriendo un mercado que nuevamente privilegia un cultivo que tenemos en la región de O’Higgins, con más de 1.300 millones de personas que año a año van a tener un poder adquisitivo para acceder a nuestros productos”.
Iván Marambio finalizó indicando que “esto es lo que está sucediendo con nuestra agricultura, específicamente con nuestra fruticultura. Dejamos de ser centralistas y estamos dándole importancia y aumentando esta salida al mundo de regiones que ya no es solo la Región Metropolitana, sino que otras zonas agrícolas, y en particular la Región de O’Higgins”.
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