Durante años he sido integrante de mi querido Rotary Club Rancagua, señera institución que por casi un siglo ha servido a la comunidad.
Explicar que significa ser rotario no es fácil, ello, porque se trata de algo mucho más profundo que ser parte de un Club, ya que hay detrás sentimientos, valores y vocaciones, que solo tienen explicación a través del ser humano.
En el ámbito de los sentimientos, se puede destacar la sensibilidad, básica para ponerse en el lugar del otro y generar a través de ella, la motivación necesaria para tender una mano amiga y ayudar.
Si se analizan los valores, descubrimos que el rotario, inspirado en la formación recibida en su hogar y en su entorno, aplicará en su accionar dentro y fuera de la organización, los valores que enriquecen a cualquier ser humano, como la capacidad de ayudar y de sacrificarse por los demás.
No olvidemos la vocación de servicio, que obliga desde la conciencia a la acción, ayudando, siempre ayudando, asumiendo que no hacerlo es hacerse cómplice, de quienes se olvidan de la pobreza.
Un Club Rotario está muy lejos de ser un club social, si bien se sirve a la comunidad a través de la amistad generada entre quienes lo integran, no tiene fines gremiales, ni políticos, ni religiosos, ya que posee solo un norte, un único camino, que no es otra cosa que el servir.
Como podrán deducir, ser rotario es mágico, por cuanto a través de servir y hacer el bien sin mirar a quien, se logra no solo mitigar en parte los sufrimientos de una humanidad muchas veces doliente, sino que, además, se recibe a cambio la más hermosa de las retribuciones, la sonrisa de quien, necesitando, ve en un rotario un ser humano preocupado de él.
Esa magia me ha permitido en época de desastres naturales, enriquecerme con la gratitud de quienes se levantaron pese a la desgracia, recibiendo la ayuda del Club al cual pertenecí por años.
Debo decir que no soy bueno para dar consejos, ya que he descubierto desde hace años, que se dan en la mayoría de los casos a quienes no lo piden y quien lo solicita, lo más probable es que muy prontamente lo olvide.
De cualquier forma, si alguien de quienes me leen quiere ser rotario, me atrevo a darle solo un consejo; acuérdese que es usted quien debe vestir a Rotary, no es Rotary quien lo debe vestir a usted.
Solo un dato final, los rotarios del mundo han logrado erradicar la poliomielitis a través de su principal campaña en beneficio de la humanidad.
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