Como lo hemos informado en diversos artículos anteriores, hay una cantidad no menor de militares extranjeros, que con absoluto desprendimiento personal e impulsados por sus profundas convicciones libertarias, se colocaron al servicio de nuestro país durante el proceso de independencia.
Uno de ellos es Benjamín Viel Gometz, nacido en Francia en la hermosa ciudad de París, desde donde pasado los años, ingresó al Ejército con el grado de soldado, participando por largos años en las guerras napoleónicas al servicio del Emperador Bonaparte, al cual admiraba profunda y sinceramente.
Además de haber combatido en Austerlitz, entre otras muchas acciones bélicas de importancia, fue enviado a España, llegando a formar parte de regreso a su país con el grado de teniente, del Cuerpo de Exploradores de la Guardia Imperial, recibiendo de Napoleón un especial trato, por cuanto lo llamaba por su nombre.
Viel continuó luchando fielmente por su Emperador, llegando a participar en Waterloo, batalla que, pasados los años, recordaba con emoción dadas las connotaciones negativas que presentó para su admirado líder.
Desde Francia viajó a Sudamérica, llegando a Buenos Aires, donde fue contratado como Sargento Mayor de Caballería, pasando luego a Chile.
En nuestro país mantuvo un especial y estrecho contacto con Bernardo O´Higgins, ya que fue uno de los dos oficiales que se mantuvieron cercanos a nuestro Padre de la Patria en Cancha Rayada, cuando éste en medio de la confusión reinante, trataba de reunir a la tropa para presentar resistencia a Mariano Osorio y su Ejército Expedicionario.
Los complejos momentos que se vivían, se vieron aumentados cuando O´Higgins fue gravemente herido en un brazo y su caballo matado producto de un disparo adversario, provocando que Viel le obtuviera otro y lograra sacarlo del lugar antes que fuera asesinado por los realistas.
Bernardo lo premiaría con la legión al Mérito de Chile, que como se sabe fue la más importante y alta distinción otorgada a quienes lucharon por la libertad.
Combatiría en la Guerra a Muerte, participaría en la segunda expedición a Chiloé, sería diputado y llegaría a obtener el grado de general, pasando el resto de su vida en este suelo adoptivo que tanto llegó a amar.
No podemos olvidar su aporte a nuestro país y la desinteresada forma en que lo defendió por años y al que sirvió como destacado guerrero y hombre público.
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