Discapacidad

Hoy se conmemora el día internacional de la discapacidad, y hoy también comienza la Teletón 2021, en una feliz y no tan feliz coincidencia temporal.

La discapacidad es una condicionante impuesta por la sociedad a quienes presentan alguna característica física o mental que escapa de lo que la propia sociedad ha determinado como “normal”, en otras palabras, la discapacidad no es sinónimo de la condición o enfermedad de base de una persona, sino que se construye a través de las limitaciones a la participación en la sociedad que le son impuestas por el medio a esa persona… La sociedad es la que crea esa discapacidad y, por tanto, es la responsable de eliminar esas barreras a la participación, no es la persona la que debe rehabilitarse para integrarse a la comunidad, sino que todos debemos crear las condiciones para que esa persona sea incluida.

La diferencia parece solo semántica, sin embargo, hay un abismo práctico, normativo y moral entre ambos enfoques, la discapacidad se reduce casi a cero en ambientes concebidos con el principio de accesibilidad universal, en cambio aumenta exponencialmente y a niveles francamente inmorales cuando el ambiente no contempla la variable. La pregunta es ¿basta con la Teletón para tranquilizar la conciencia de un país en la materia?

El evento televisivo que comienza hoy invisibiliza, a veces, la labor de una institución capaz de cambiar la vida de miles de niñas y niños y sus familias, y las luces de una campaña destinada a conseguir una reacción concreta de los espectadores pueden ocultar un trabajo diario y permanente que no se agota en 27 horas.

La reflexión necesaria, a propósito de la Teletón, es avanzar en la construcción de una sociedad inclusiva, el objetivo debiera ser conseguir el nivel de concienciación necesario para pasar a un nuevo estadio social, uno que asuma un cambio cultural profundo y entienda la discapacidad desde un punto de vista de Derechos Humanos.