El médico y máster en Salud Pública, Juan Carlos Said, comentó a medios capitalinos que se debe apuntar hacia “un cambio de estrategia que nos permita avanzar hacia cero covid y terminar el drama sanitario y social que esta pandemia ha significado para el país”.
El profesional subrayó que “debemos incorporar en nuestro programa de vacunación para el próximo año, en la medida de lo posible, el mayor número de vacunas altamente efectivas, es decir, aquellas que tienen una efectividad mayor al 95% como Pfizer, Moderna o Sputnik”, agregó.
Lo anterior llama a preguntarse qué tan efectivas son las vacunas que se están aplicando en Chile, sobre todo considerando que la de mayor administración (Sinovac) no es ninguna de las antes mencionadas.
El profesor Marcelo Alarcón, académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, aclara que “no hay una vacuna superior a otra porque todas consiguen el mismo objetivo”.
Explica que “lo ideal de una vacuna es que al ser inoculada active al sistema inmune para finalmente combatir frente a un agente infeccioso”. En esta línea sostiene que “todas las vacunas que han sido aprobadas en Chile, como Pfizer, CanSino, CoronaVac, AstraZeneca, Johnson & Johnson, todas ellas cumplen con el mismo requisito de estimular al sistema inmune, por un lado; segundo, evitar al máximo que la población llegue finalmente a las UCI”. Alarcón asegura sobre esto que “en promedio, casi todas lo realizan sobre un 80%”.
Eso sí, el experto puntualiza que “lo más importante a destacar es que las vacunas no son un blindaje de que nunca se va a infectar la persona o que nunca va a poder presentar alguna sintomatología clínica”. Precisa que “en resumen, todas las vacunas cumplen el mismo objetivo”.
Además, aseveró que “existen organismos internacionales de altísima calidad y totalmente independientes, como por ejemplo, el equivalente de nuestro ISP (Instituto de Salud Pública): el EMA en Europa y la FDA en Estados Unidos, que son entes extremadamente rigurosos. Jamás van a aprobar una vacuna si no cumple con todos los requisitos y Chile, posterior a ese paso, que hacen estos organismos internacionales, con toda la información recabada, también ayudados por organismos independientes, ve la aprobación o no de una vacuna”.
El profesor Alarcón dice que “por lo tanto, aquí no hay intereses creados, no hay dinero de por medio, porque finalmente lo que primó para dar la aprobación de estas vacunas son los datos científicos que comprueban que las personas no lleguen a las UCI”.
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