Una verdadera historia de perseverancia y de amor por la música esconde tras suyo el destacado pianista rancagüino Hugo Llanos, quien desde hace algunos años reside en la hermosa ciudad de Viena, en Austria, donde se encuentra realizando estudios de especialización en la disciplina y dando ya por iniciada una carrera con proyección internacional.
¿Cómo comenzaste a interesarte por la música?
Mi interés general por la música comenzó a los 5 años, a través de un conjunto folclórico que había en el Colegio Manuel Rodríguez, donde estudie mi enseñanza básica. Ahí recuerdo que me gustaban mucho instrumentos como la guitarra, el bongo, la flauta.
Después todo esto fue evolucionando hasta que llegaron unas becas de la Gobernación del Cachapoal para estudiar piano con el profesor Jeremías Cáceres.
¿Siempre sentiste esa inclinación musical?
Siempre sentí inclinación por la música, una atracción por los instrumentos en general, me gustaba como sonaban e incluso investigar sobre ellos, si tenía que meterme a algún libro para saber más del piano, de la guitarra lo hacía porque era lo que más me gustaba. Eso lo comprobé cuando me metí a estudiar piano de manera más profesional, en que noté que la conexión era mucho más fuerte y que la música de verdad era lo mío.
¿Cómo fueron tus inicios?
Las primeras personas que me apoyaron sería la profesora del conjunto en el que estaba en el colegio, Alejandrina Cabrera, además de mis padres, quienes fueron los primeros que me apoyaron para empezar a estudiar piano.
¿Tienes recuerdos de tu primera presentación?
Me parece que tendría unos 8 años y mi papá me contó que mis pies colgaban desde la banqueta del piano. Era una escena muy bonita.
¿Cómo la música te llevó hasta Austria?
Cuando ya había terminado mi enseñanza de piano en Santiago y estaba buscando nuevos horizontes fuera de Chile. Me acuerdo que mi profesora de piano en ese entonces, que era una excelentísima pianista rusa, me comentó que podría ingresar al conservatorio en San Petersburgo, Rusia. Por el otro lado, mi hermano ya estaba estudiando en Austria, él toca fagot y me comentó cómo era la situación en Austria, cómo se vivía la música y también me llamó mucho la atención.
Finalmente me decidí por Austria porque la primera vez que lo conocí me encantó todo, como se respira la música, los conciertos, la misma arquitectura, en fin, un montón de cosas y eso fue lo que finalmente me hizo decidirme por Viena.
¿Cómo es la vida allá y cuáles son las diferencias más marcadas con Chile?
La verdad es que es otra sociedad. Han desarrollado muchas cosas a través del tiempo. Para mí era muy chocante al primer día que había que llegar puntual a cualquier cosa, en que yo venía de una cultura donde esto no era lo más importante. Y lo otro, era aprender un nuevo idioma: el alemán, del que yo no sabía nada y en que me dieron solo dos meses para aprender el nivel básico, lo que también fue chocante porque eran todos los días practicar, escuchar radio, conversaciones, ir al supermercado y entablar conversaciones con la cajera o con cualquiera.
¿Tiene más proyección en Austria que en Chile?
Sí. Estar en Europa es muy gratificante para cualquier músico porque sabes que podrás encontrar un trabajo o poder tocar conciertos de manera mucho más regular, y sabes que el público te lo va a agradecer un montón porque ellos también están educados de esa forma.
¿Cómo te proyectas en el futuro?
A mí me gustaría mucho quedarme a vivir acá, pero obviamente el corazón siempre late más fuerte y la verdad es que las raíces chilenas las tengo siempre a flor de piel, y si tengo la oportunidad de volver, ya sea a visitar o a hacer algún concierto, yo feliz.
¿Cuál es tu artista favorito?
Si me limito a pianistas diría que un modelo de ejemplo para mí es Claudio Arrau. Él también salió muy pequeño buscando horizontes y también obtuvo mucha ayuda de sus padres e hizo toda su carrera aquí en Europa.
¿Cuál es la pieza musical que más te gusta tocar?
Eso ya es difícil porque hay montones, pero me podría limitar a compositores. Me gusta mucho Beethoven, Mozart y Chopin.
¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que tienen un sueño y que a veces es más difícil alcanzar por temas económicos?
La historia de mi carrera se remonta a eso también: mi familia es de escasos recursos. La verdad es que siempre, a través de la perseverancia, he podido conseguir logros y de mucha ayuda de terceros, ya sea de instituciones, de entidades mecenas, gente que se ha interesado en lo que yo hago y le diría a todas esas personas, niños o adultos, que si de verdad les gusta mucho estudiar piano u otros instrumentos que logren todo con perseverancia y disciplina, porque esto es un camino muy largo (…) y siempre con el pecho en alto para hacerlo de la mejor manera.