Un segundo retiro del 10%

La semana pasada se comenzó a discutir en el Congreso el proyecto de ley que permitirá un nuevo retiro del 10% de las AFP.

Así como en la primera oportunidad, la medida apunta a apoyar a las familias que han perdido sus empleos o han visto disminuir sus ingresos producto de la pandemia del coronavirus.

Según la Asociación de AFP, más del 80% de los chilenos ya ha solicitado o retirado sus ahorros para la vejez. 

El primer retiro, incluso, se vio con buenos ojos, ya que permitió reactivar en parte la alicaída economía del país. Pero una segunda medida de este tipo, qué impacto tendrá en la pensión final de los chilenos.  

8 de cada 10 personas prefirió sacar parte de su ahorro previsional. De estos, el 20% ya quedó sin dineros en su cuenta, según la Asociación de AFP. En caso de un segundo retiro, la cifra sube a 3,9 millones de afiliados que  quedarían sin saldo en sus cuentas de ahorro.

Y a pesar de las advertencias, la mayoría de los chilenos aprueba una segunda medida de este tipo.

Cómo se explica esta conducta. Por un lado, demuestra las bajas expectativas que tienen los chilenos en el sistema de pensiones, y -por otro- que la gran mayoría prefiere tener parte de sus recursos en el bolsillo –más allá de si los necesitan o no para enfrentar la pandemia- aunque el costo sea un reducción en sus pensiones.

Pero además, no son pocos los cuestionamiento respecto a si los chilenos debemos enfrentar los apremios económicos, en este caso por el avance del coronavirus, metiéndonos la mano en el bolsillo –con los propios ahorros para la jubilación- o el Estado no ha sido capaz de generar políticas públicas más agresivas para garantizar un apoyo más eficaz, y así evitar tener que recurrir a los fondos de la AFP.

El problema no es menor: porque con proyección en mano -casi 200 mil cotizantes de la región (y 3,9 millones en el país) se quedarían sin dineros en la AFP- el Estado deberá empezar a asumir cómo enfrentará el problema de la desigualdad que se originará con las futuras pensiones y los costos de haber retirado los dineros de las AFP.