La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC) realizará el 10 del presente su 8º Encuentro Anual. En esta oportunidad, el contexto de la pandemia nos obligará a conectarnos de manera remota con nuestros públicos de interés, un síntoma más de la crisis sanitaria más grande que ha sufrido el sector en la historia reciente.
Representamos a las actividades económicas que más han absorbido las externalidades negativas de la pandemia y del estallido social. Responsable y voluntariamente fuimos los primeros en cerrar nuestros establecimientos y en el caso del turismo, seremos los últimos en abrirlos. Lo que más nos preocupa es que estos sectores no solo deberán sobrevivir a dichos embates coyunturales, sino que también tendrán que ser capaces de reconvertirse urgente y profundamente.
Desde antes de la crisis social se venía manifestando nítidamente la necesidad de implementar transformaciones al modelo de negocios que apuntaran hacia la digitalización. Tras la pandemia este imperativo se ha visto dramáticamente acelerado dada la explosión de crecimiento experimentada por el comercio electrónico. Igual cosa ha sucedido con los protocolos sanitarios que han debido ser implementados de manera rigurosa en nuestros establecimientos.
En este contexto se inserta el mencionado 8º Encuentro Nacional de la CNC, el cual ha sido convocado bajo el título “Comercio: Renace”. Como gremio estamos convencidos de que debemos un hacer un esfuerzo colectivo en aras del resurgimiento de esta muy golpeada actividad. Por lo mismo, este evento está llamado a ser una instancia de reflexión, aprendizaje, dialogo y, en definitiva, de apoyo al comercio, servicios y turismo, de cara a tal cometido.
Estamos ciertos de que el futuro no se avizora fácil para la actividad que representamos. Son múltiples los desafíos que esta tiene por delante. Desde luego, iniciar la imprescindible digitalización para adecuarse prontamente a los requerimientos del nuevo consumidor; aplicar estrictos protocolos sanitarios para que los clientes y trabajadores puedan sentirse seguros en los respectivos establecimientos; y capacitar a trabajadores y empresarios pymes en las nuevas exigencias del ámbito digital. Como si esto fuera poco, cabe agregar la tremenda competencia desleal que representa el comercio informal y la omnipresente inseguridad pública que afecta gravemente el desenvolvimiento de este sector.
Tenemos la esperanza de salir airosos ante todos estos desafíos, si es que nos unimos empresarios, trabajadores, consumidores y autoridades. Creemos fervientemente en la colaboración público-privada y en la acción mancomunada de nuestro gremio.
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