Ámbar Cornejo era una adolescente de 16 años y fue descrita por sus cercanos como una joven alegre y extrovertida, pese a que en gran parte de su vida tuvo que enfrentar momentos difíciles.
Le gustaba divertirse con cosas simples como salir a bailar o estar con sus amigos.
El pasado miércoles 29 de julio desapareció cuando se dirigía a la casa de su madre para ir a cobrar la pensión alimenticia que le enviaba su padre, pero una semana después fue encontrada fallecida en Villa Alemana.
Ámbar desde pequeña quería ser parte de la Policía de Investigaciones (PDI), un sueño que mantuvo hasta antes de su muerte.
Su núcleo familiar era complejo, vio poco a su padre y con su madre nunca tuvo buena relación. Además, estuvo en varios programas de intervención del Sename.
Por un instante pareció que en su vida todo mejoraría, cuando junto a su madre y hermano menor se fue a vivir a Limache, pero con la llegada de Hugo Bustamante como pareja de su mamá todo se quebró y ella se quedó sola.
En la actualidad Bustamante se encuentra detenido como el único imputado por la muerte de la menor, y está a la espera de ser formalizado este lunes 10 de agosto.
Por lo anterior, Ámbar dejó de vivir con su madre y fue acogida por Maritza García, con quien vivió sus últimos meses de vida.
«Todo el tiempo que estuvo conmigo ella fue muy feliz. Una niña alegre, espontánea, siempre con algo lindo para decir, muy de piel», contó Maritza.
«Tenía muchas metas, quería seguir estudiando y entrar a la PDI», afirmó
«Siempre tenía un consejo bonito para entregarle a algunas de sus amigas, aunque ella estuviera rota por dentro ella siempre estaba con una sonrisa y tratando de ayudar al que pudiera», sostuvo Maritza García.
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