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Comunas

Experto analiza causas y riesgos de las aglomeraciones en Rancagua: Se debe "buscar el control de la movilidad"

MIÉRCOLES, 12 DE AGOSTO DE 2020
Publicado por

Matías Pérez

Periodista El Tipógrafo

A pocas horas del término del confinamiento se observó un importante y preocupante aumento del flujo de personas.


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Finalmente este lunes se comenzó a producir el desconfinamiento gradual mediante el avance hacia la etapa de transición en Rancagua, Machalí y Graneros, donde se pudo apreciar un notable aumento en el tránsito de personas principalmente en las zonas céntricas de la capital regional, con presencia de filas y aglomeraciones sobre todo en el Paseo Independencia.  

Frente al comienzo de esta nueva realidad y ante el patente riesgo de posibles contagios por coronavirus, el arquitecto urbanista y director del centro de investigación Smart City Lab de la USACH, Rodrigo Martin, entregó detalles acerca de cómo se debieran empezar a abordar los procesos de término de cuarentena bajo una óptica urbanista y de resguardos en la movilidad.

“Estamos trabajando para la municipalidad de La Reina y tomamos como referencia las cosas que se están haciendo en Rancagua, con las soluciones en cuanto a señaléticas, distanciamientos en espacios públicos, pero me sorprendieron un poco las noticias de que hubo grandes congestiones en lugares públicos después del confinamiento, lo que probablemente se explica por el entusiasmo de la gente por salir, en que más allá de las medidas se deben hacer labores de educación en el país, comprometer a las personas con estos temas”, comenzó el experto.

“Estamos en los primeros días y quizás es un fenómeno de rebote, en que hay una necesidad por recuperar cierta actividad económica y seguramente hay una movilidad que estaba a la espera del término de la cuarentena. Se debe estar atentos durante la semana para tratar de buscar el control de la movilidad y lo otro es generar procesos de difusión, compromiso entre la comunidad”, añadió.

En esa línea, el académico resaltó la necesidad de que la ciudadanía respete las medidas “porque está la presión económica”, contexto en el cual la gente está con necesidad de retomar las actividades “y eso puede llevar a no estar conscientes de los riesgos de no respetar medidas de distanciamiento”.

Para conseguir esto, Rodrigo Martin pone como ejemplo el ámbito del transporte público, donde “tiene que haber una oferta en torno a la movilidad suficiente, tiene que tener que una calidad de servicio en cuanto a velocidades suficientes, asegurar que todo el transporte más básico se mueva lo más rápido para evitar los tiempos dentro del transporte público, y controlar la demanda de estos”. 

“Paralelamente se debe motivar lo más posible lo que es el teletrabajo, la distribución de horarios de ingreso y salida en actividades comerciales, buscar una estrategia de organización de las dinámicas de la ciudad para tratar de minimizar las necesidades de movimiento que no son absolutamente necesarias”, detalló.

Sin embargo, el escenario en las comunas de Machalí y Graneros no fue el mismo que se observó en Rancagua tras el avance hacia la etapa de transición, en que hubo un aumento de personas en las calles pero no se gestaron situaciones de aglomeraciones considerables o peligrosas. 

“Es necesaria una visión más abierta, más real en cuanto a cómo funcionan las comunas, que no son entidades independientes entre sí tal como ocurre con Rancagua y la conurbación que le rodea en términos económicos, de movilidad y no basta observar solo las áreas definidas por el Minsal en que se han reducido los niveles de contagios para empezar a abrir, se deben entender las dinámicas de comportamiento porque al terminar los confinamientos se producen los aumentos de movilidad”, sostuvo el arquitecto.

Por último, el director del centro de investigación Smart City Lab de la USACH compartió sus percepciones a considerar dentro del comercio.

“El comercio establecido e informal son dos cosas que están comenzando a reordenarse, en un proceso de apertura especialmente por las dificultades económicas y ahí hay que ser riguroso con las medidas a tomar, en que existen los aforos por volúmenes de espacio y es bueno que se analice si se va a abrir una actividad que no es necesaria, para así poder mantener el máximo de seguridad posible”, cerró.


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