Los efectos de la pandemia decretada por el Covid-19 han golpeado fuertemente a un sinnúmero de sectores de la economía, aspecto que se ve determinado en buena medida por la imposibilidad de que se reúnan grupos de personas por la alta capacidad de transmisión del virus frente al contacto directo.
Por consiguiente, los eventos de carácter masivo se encuentran suspendidos y sin que se pueda vislumbrar aún una fecha de retorno.
En este escenario, una serie de alcaldes ha comenzado a mostrar su inclinación por poner en duda la realización de las multitudinarias celebraciones de Fiestas Patrias, comenzando por la Región Metropolitana donde el alcalde de Ñuñoa, Andrés Zahri, determinó la cancelación de las concurridas fondas del Estadio Nacional, detallando que es una medida que no cambiará aunque las cifras de contagios se controlen en los próximos meses.
“Dada la situación, que aún no existe una vacuna y que una vez que existiese en que se vacune masivamente sería un tema no menor de tiempo y recursos, nosotros no visualizamos de aquí a fin de año actividades masivas. No advierto por qué medio podría uno ya estar pensando en organizar eventos masivos, uno de ellos obviamente Fiestas Patrias, en consecuencia de que esta pandemia nos va a acompañar por mucho tiempo”, declaró el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto.
Al ser consultado directamente sobre la efectiva realización de la esperada celebración en dependencias de la Medialuna, el edil de la capital regional fue claro en decir que “nosotros también lo ponemos en duda y que estén todas las condiciones”, señalando además que es algo que ya se ha estado abordando al interior del municipio.
“Es un tema que ya hemos estado analizando con nuestro equipo y que he conversado también con otros alcaldes, pero sin duda la decisión finalmente le corresponde a la autoridad sanitaria. Pero si me lo preguntan creo que sería algo de alto riesgo, menos aún en una situación de la complejidad en que estamos. Además que en un contexto de fiesta y celebración hay un relajo mayor que creo que no es conveniente”, manifestó.
Sobre una eventual fecha para la determinación, el alcalde Eduardo Soto indicó que “esa decisión nosotros la trabajamos siempre entre los meses de julio y agosto, por lo tanto, ya es un tema de análisis, tenemos que ir viendo cómo se va desenvolviendo esta pandemia, pero yo no advierto con certeza que podamos estar haciendo actividades de este tipo, y mucho menos exponer a nuestros vecinos”.
Frente al contexto marcado por el coronavirus, finalmente el alcalde de Rancagua expresó que en términos económicos a nivel municipal es importante “apretarse el cinturón, nosotros lo hicimos al bajar en 2.500 millones las expectativas de ingreso por lo que hubo que hacer recortes en muchas áreas”, especificando que $500 millones del presupuesto anual se han destinado en asistencia producto de la emergencia.
“Nosotros con las ventas de pisos, de terrenos para fondas y ramadas financiamos la actividad, donde el municipio no desembolsa recursos de su presupuesto para Fiestas Patrias como para redestinarlo, pero el recorte nosotros ya lo hicimos”, explicó al término Soto.