Los escombros pertenecen a la clasificación de los denominados residuos inertes, que son materiales no peligrosos que no experimentan variaciones físicas, químicas o biológicas significativas. No se trata de residuos solubles ni combustibles, ni reaccionan física o químicamente ni de ninguna otra manera. No son biodegradables y tampoco afectan negativamente a otras materias con las cuales entran en contacto.
Los permisos de funcionamiento de las empresas dedicadas a recibir y tratar estos materiales son entregados por la Seremi de Salud. Por tanto. En dicha cartera explican que dentro de la Región de O’Higgins, y a la fecha, solo existe una escombrera autorizada, la cual corresponde a la empresa Green World, y se ubica en la Parcela 37, Ruta H -30 de la ciudad de Rancagua.
Dicha empresa está dedicada a la recolección, transporte, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos inertes. “Todos y cada uno de ellos están bajo una resolución que nos permite recepcionarlos. Estas resoluciones ambientales cuidan el medio ambiente y regulan la sana convivencia y el respeto por nuestras comunidades vecinas”, explica el jefe de operaciones de la escombrera Green World, Rodrigo Morales.
La gran mayoría de lo que aquí llega corresponde a tierras, escombros, arenas, escorias, “pero aun así vamos más allá e intentamos segregar algunos tipos de materiales para realizar algunas campañas y planes de reciclaje, para de esa forma darle un valor agregado al negocio mismo”, añade. Rodrigo Morales sostiene que “hoy en día no se puede llevar este negocio sin tener esta responsabilidad”
Explica que “tenemos zanjas de relleno y maquinaria que los acomodan de la mejor manera para darle una mayor vida útil al recinto y procurando hacer una cobertura diaria y limpia a estos residuos”.
Green World
La empresa Green World cuenta con con un equipo humano con más de 15 años de experiencia realizando proyectos para diversas empresas tanto del área minera, industrial y agrícola. “Tan importante como desarrollar nuestros negocios es propagar una cultura medioambiental que sustente nuestra labor y cuidado de nuestro planeta en general. Por eso nos hemos convertido en difusores del reciclaje y de la conciencia ecológica, que unidos pueden garantizar a nuestros hijos una naturaleza viva”, reza la visión de Green World.