Complejas han sido las últimas semanas para el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto. A la formalización que deberá enfrentar en mayo se sumó la filtración de una serie de mensajes con Andrés Chadwick y Emilio Elgueta; y el lunes de la semana pasada, cuando rendía su cuenta pública, debió enfrentar la manifestación de un grupo de vecinos que pedía su salida.
Pero Eduardo Soto además es presidente de la Corporación Cultural de Rancagua, entidad que está a cargo del Teatro Regional. Cargo que ostenta por derecho propio en su calidad de jefe comunal, según señalan los estatutos de este organismo.
Por ello, la formalización en su contra por el presunto delito de malversación de caudales públicos, en el marco de la investigación por eventuales irregularidades en el Teatro Regional, podría complicar su rol en la entidad. La fecha de esta audiencia será el 24 de mayo, a las 9 de la mañana.
Es que según establecen los estatutos de la Corporación Cultural, en su artículo 26°, “los miembros del directorio cesarán en sus cargos si perdieren la libre administración de sus bienes, fueran formalizados o condenados por crimen o simple delito”. Lo anterior compromete que ejerza a la cabeza de la corporación.
Y en caso de que Soto deba dejar este caro, ¿cómo se designaría a su reemplazante?
El artículo 27° de los estatutos señala que “en caso de fallecimiento, ausencia, renuncia, remoción, cesación o imposibilidad de un director de elección para el desempeño de su cargo, el Directorio le nombrará un reemplazante que durará en sus funciones solo el tiempo que falte para completar su periodo al director reemplazado».
Según información proporcionada por la Corporación de la Cultura y las Artes de Rancagua el directorio 2019 se compone de las siguientes personas: Eduardo Soto Romero, en su calidad de presidente; Juan Pablo Domínguez Bustamante, como director tesorero; Mauricio Astudillo Pizarro, director secretario; Cristian Urrutia Soto, director; y Valentina Santelices, directora.
El caso del Teatro Regional salió a la luz pública luego que en diciembre de 2016, el intendente de ese entonces, Pablo Silva, presentara una denuncia en la Fiscalía para que se investigaran presuntas irregularidades financieras en el recinto cultural.
En su defensa, el jefe comunal ha señalado en varias oportunidades que “quien presentó la querella, el que hizo la denuncia fui yo como presidente de la Corporación (Cultural de Rancagua)”.
Por ello, asegura estar tranquilo ante la situación, pues insiste en que fue el primero en fiscalizar y descubrir situaciones irregulares relacionadas al Teatro Regional: “Yo voy tranquilo, con la tranquilidad, la certeza de no haber hecho nunca mal uso de un peso de la Corporación ni del municipio”, señaló hace unos días.
El alcalde Eduardo Soto, en su calidad de presidente de la Corporación de la Cultura y las Artes, declaró por primera vez el 30 de marzo de 2017 ante el fiscal Sergio Moya, instancia en que entregó su versión respecto a la salida del ex director del Teatro Regional, Marcelo Vidal, y su vínculo con la productora Luna Negra.
En este caso ya hay una renuncia en el registro. Fue precisamente el director del Teatro Regional, Marcelo Vidal, único formalizado hasta antes de Eduardo Soto en el caso. En su momento se argumentó que dicha salida estuvo motivada debido a que el músico pretendía emprender nuevos proyectos personales junto con la Orquesta Barroca Nuevo Mundo.
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