Orden y Patria

El orden existe en el universo todo, de una manera admirable. Desde las galaxias más gigantescas, hasta las partículas subatómicas, todo funciona con sujeción a leyes eternas, perfectas, que determinan la existencia de la materia y la energía, y de cómo se combinan para dar origen a la vida. Todo es previsible, si conocemos esas leyes que rigen en la eternidad. Por eso afirmamos con certeza que “Dios ama el orden”.
La patria, a su vez, es nuestra madre, somos parte de ella, es naturaleza y ser humano, es un amasijo de territorio, climas, océanos, cordilleras, hombres y mujeres, cultura, tradiciones, sangre común que corre por nuestras venas. A la patria pertenecían los padres que nos dieron la vida. El orden y la patria confluyen con la vida, están atadas a ella, con su origen, con su mantención y defensa.
Por eso, cuando una institución tiene como lema “Orden y Patria”, solo cabe reconocer que es benemérita, que tiene una misión trascendental, que va mucho más allá de cómo la ve el común de los ciudadanos. El pueblo deposita en Carabineros de Chile una confianza enorme, al encomendarle la tremenda labor que su lema resume.
El orden del universo, regido por leyes divinas, se trae a nuestro mundo mediante las leyes de los hombres, que tienen como fin mantener una convivencia fundada en los grandes valores cristiano occidentales. Pero, una cosa es dictar las leyes y otra es que se cumplan, es darle eficacia al derecho, y para eso existe Carabineros de Chile.
Este 27 de abril se cumplirán 92 años desde que el Presidente Carlos Ibáñez del Campo dio vida a nuestra benemérita Institución, que es permanente del Estado, que trasciende los gobiernos de turno, que es propiedad del pueblo de Chile, que tiene la noble misión de mantener el orden, con sujeción al derecho, y que hace patria en las fronteras, en las lejanías del austro y del desierto, que sabe de la dureza de cumplir su misión, y lo hace con coraje y decisión.
Tan dura es la labor encomendada, que más de mil mártires forman el legado que han ido dando a la patria agradecida, consecuencia de los más variados incidentes y accidentes. Sangre que ha honrado el juramento.
Como toda obra humana, Carabineros de Chile no es una institución perfecta, los últimos tiempos nos han mostrado debilidades, flaquezas, incompatibles con su honorable historia y con la confianza que el pueblo ha depositado en ella.
Mas, tales circunstancias no la privan de sus laureles, de toda la obra construida en 92 años, y afirmamos la convicción que un nuevo tiempo se posesiona de esta querida Institución, a la cual nos sentimos tan ligados. Confiamos en sus hombres y mujeres, y los felicitamos en su aniversario.
¡Larga vida a Carabineros de Chile!

Mario Barrientos Ossa.
Abogado.
Magister en Derecho U. de Ch.