Aún están en la retina de los vecinos de la región de O’Higgins los incendios forestales que ocurrieron en el verano de 2017. Tras esos siniestros se sacaron varias lecciones, especialmente relacionadas con la manera de combatir las llamas y la necesidad de enfocar esfuerzos en las medidas de prevención.
A pesar de haber vivido momentos de horror, y ver como las llamas arrasaban con cientos de hectáreas, casas y cobraban incluso víctimas fatales, dejando a decenas de familias damnificadas, los incendios forestales siguen siendo, lamentablemente, parte del paisaje de cada verano.
Y por esto días, el fuego sin control tiene en jaque a los vecinos del sur del país. Para esas ciudades se han multiplicado los esfuerzos para el combate de los siniestros, destinando recursos y aumentando el número de voluntarios para apagar las llamas.
Hasta ayer, era 42 los incendios que se encontraban activos en el sur del país, donde La Araucanía era la región más afectada, donde incluso han fallecido dos personas.
Pero una cosa está clara. El 99% de los incendios forestales son causados por el hombre. ¿Intencionalidad, negligencia o descuido? Más allá de las responsabilidades penales que deberá establecer la Fiscalía, el llamado es a realizar acciones responsables cuando se transita por zonas donde se puede generar un incendio forestal. Medidas claves como apagar bien las fogatas, no lanzar cigarros encendidos en la carretera o en medio del bosque, evitar dejar botellas o vidrios expuestos al sol, pueden evitar no solo que cientos de hectáreas sean arrasadas por el fuego –generando un grave impacto económico y social- sino que también pueden evitar verdaderos dramas humanos, como la muerte de personas o que cientos de familias se transformen en damnificados por el fuego.
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