13 días estuvo en la polémica la designación de Fernanda Bachelet como agregada comercial en Nueva York, Estados Unidos.
Este lunes se anunció que la profesional había renunciado a su cargo, uno de los más apetecidos por su alto sueldo, ya que supera los 10 millones de pesos, a pesar de que el viernes se había anunciado una rebaja en su salario.
La ingeniera comercial, de 27 años, fue designada directamente por el Presidente Sebastián Piñera, sin concurso público- Por ello, inmediatamente surgieron los cuestionamientos, especialmente relacionados a su escasa experiencia en esta área; y por ser hija de Ricardo Bachelet, amigo y socio del mandatario.
¿Una mala decisión del Presidente? ¿Un dolor de cabeza que se pudo evitar?
Los cuestionamientos en el nombramiento de cargos no son nuevos para la administración de Piñera. Ya había sucedido cuando en abril pasado designó a su hermano Pablo, como embajador de Argentina. En esa oportunidad las críticas no iban por las capacidades del economista, eran por ser familiar directo del mandatario.
En el caso particular de Fernanda Bachelet, la renuncia de la ingeniera comercial, más allá de las críticas y presiones desde el propio oficialismo –particularmente de RN- da la razón a quienes cuestionaron la decisión, especialmente por los factores antes descritos: la falta de experiencia y la cercanía de su padre con el mandatario.
En temas tan sensibles como la designación de cargos en áreas técnicas claves -como ser agregado comercial de Chile, pro ejemplo- el gobierno debe dar señales claras de que las decisiones que se toman al respecto son las correctas, dejando cero espacio a las dudas y cuestionamientos, especialmente en cargos –no solo apetecidos por su alto sueldo- sino que también que revisten una importancia clave para el país.
Comentarios
Noticias recientes
Más Leídas