A días de haber rendido la PSU, muchos estudiantes ya se preparan para enfrentarse a los cambios que conlleva ingresar a la universidad, una realidad muy diferente a lo vivido durante la época escolar. Tener recursos económicos, vivir en un lugar con buena oferta académica, obtener un buen ambiente donde vivir son factores que muchas veces obligan a los jóvenes a abandonar su lugar de origen para poder cumplir sus sueños.
En este sentido la jefa de carrera de Sicología de la Universidad de O’Higgins, Camila Oda, se refirió a esta situación y cómo los jóvenes deben enfrentar el cambio, de ser un escolar a un universitario, proceso que muchas veces se lleva lejos de casa.
“Lo primero, hay que reconocer que el paso del colegio a la universidad es una crisis normal normativa, es decir, un cambio esperado pero no por eso menos significativo. Es un cambio de pasar de un sistema totalmente reglado hacia un sistema que depende totalmente de la autorregulación, como uno se organiza, planifica y toma un montón de decisiones”, indicó.
Según explicó la experta, este cambio implica alcanzar y explorar nuevos horizontes. Sin embargo, es común que con esto se deba enfrentar uno de los mayores cambios, pasar por períodos de soledad y extrañar el hogar, situación que podría entorpecer la experiencia, la cual puede ser extensa y debilitante.
Al respecto la académica apuntó que “la clave es que los estudiantes que van a vivir esto se estén preparando desde antes, que los grupos familiares deberían fomentar la autorregulación en los futuros universitarios desde que son niños, cumpliendo tareas. Lo que se tiende a hacer es sobreprotegerlos, por eso la clave es darles tareas paulatinas durante el crecimiento”.
Agregó que los que aún no están preparados para enfrentar cambios, tras años bajo un sistema regulado y junto a la familia, es necesario empezar paulatinamente y evaluar si están preparados para vivir con mayor o menor autonomía.
“Una buena opción es irse a una residencia, pensión donde haya un grado de supervisión adulta, por ejemplo. Ese es un punto importante, si nunca ha hecho nada y se va a un departamento eso va a afectar el rendimiento en el primer tiempo, porque las elecciones alimentarias no van a ser las más adecuadas, de hecho, durante el primer año de universidad los estudiantes suben 10 kilos en promedio”, indicó.
Asimismo, explicó que “si se van a vivir en grupo establezcan desde el primer día las tareas (…) sino cada vez será más difícil hablarlo. Si no se sienten cómodos los primeros días, casi siempre la primera decisión es abandonar los estudios, por lo general lo recomendable es darse un semestre antes de tomar esa decisión”.
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