“No va a ser fácil. El último partido en casa, seguramente, no va a ser fácil, porque cada día que va quedando son días que se van yendo (llora). Había dicho que no iba llorar, pero todo llega y… ‘cortalo’ (Facebook Live)”.
Ese fue el momento exacto en que Pablo Calandria no pudo aguantar más y comenzó a dejar que sus emociones fluyeran libremente. Seis minutos y algunos segundos antes, ‘Cracklandria’, ‘El Libertador’, ‘Pali’, cumplía su objetivo de anunciar en conferencia de prensa que sus seis años en O’Higgins llegan a su fin tras el partido contra Audax Italiano.
Calandria evitó por todos lados quebrarse en una emotiva conferencia de prensa. Sin embargo, sus emociones y todo lo que vivió en Rancagua lo terminaron quebrando; pasar de resistido a entrar en la galería de ídolos no lo logran todos.
La cuenta regresiva comenzará el domingo 25 de noviembre y finalizará una semana después con El Teniente como testigo. Y ahí dos estadios del fútbol chileno llenos de simbolismo para el goleador servirán para repasar los buenos y malos momentos de una carrera que a sus 36 años empieza a ponerle término a punta de goles.
Con dos partidos por delante acumula 178 partidos y 76 goles con la camiseta del Capo de Provincia. El penal convertido ese sábado en Talca que los instaló en la final con Católica es uno de lo más importantes en lo personal y en la historia del club rancagüino.
“Llegué en una condición complicada y no venía con mucha aceptación por parte de muchos. Está la anécdota que hemos hablado con Ricardo (Abumohor) con la gente. La luché, la peleé, Eduardo (Berizzo) fue el principal gestor de mi llegada y fue la persona más importante para estar seis años. Se la jugó por mí y hoy puedo decir que estoy orgulloso de haberla peleado de la forma que lo hice, de las cosas cómo me salieron y me voy feliz”, comentó el todavía ‘9’ de los celestes que aún no tiene del todo claro su futuro.
Lo más probable es que el jueves 14 de noviembre haya anunciado también el fin de una carrera que comenzó muy joven en Argentina y dio el salto rápido a Francia, España. En Chile llegó a Santiago Morning, pasó como figura del campeonato a Universidad Católica y después de una salida sin luces buscó su revancha en Santiago Wanderers. En el puerto tampoco encontró su lugar, pero en diciembre de 2012 el ‘Toto’ se la jugó por Calandria. El resto está escrito: goleador de la primera estrella y máximo goleador en ejercicio del club.
“La idea (de abandonar el fútbol) está. Hoy tendría que ir a un lugar que me llene demasiado y encuentro muy pocos lugares que me puedan hacer sentir eso (…) La veo muy difícil continuar”, dijo Pablo Ignacio Calandria a la hora de hacer público que sus goles comenzarán pronto a ser parte de los valiosos recuerdos de la hinchada de O’Higgins.
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