Distintas percepciones existen entre los chilenos cuando se refieren a los extranjeros que llegan al país.
Así lo revela un estudio presentado por el INDH que, entre otras cosas, destaca que el 68,2% de los chilenos está de acuerdo con medidas que limiten el ingreso de los inmigrantes a Chile. Situación que es más marcada en los niveles socioeconómicos más bajos y en quienes viven en el norte del país.
Así también, casi la mitad de los encuestados (47,1%) cree que «los inmigrantes les quitan el trabajo a los chilenos»; y en materia de delincuencia, en la zona norte del país, el 22,4% lo relaciona con los extranjeros.
Percepciones que, en algunos casos, no se condicen con la realidad. Por ejemplo, en materia laboral, la legislación chilena establece un porcentaje máximo de extranjeros que pueden ser contratados en una empresa; y en delincuencia los datos señalan que sólo un 1% de los inmigrantes ha sido detenido por cometer delitos.
Para los expertos del INDH estas percepciones podrían constituir formas de discriminación hacia los extranjeros residentes en Chile que se podría reflejar en el día a día. Es más, según el estudio, la mayoría de los encuestados aseguró haber presenciado o conocido ataques contra los inmigrantes como menosprecio (76%), intimidaciones (78,3%), golpes (69,5%), agresiones sexuales (44,5%) e incluso asesinatos (51,9%).
Realidad que refleja la necesidad de avanzar en una legislación que regule la inmigración, pero también en políticas públicas de corto plazo que permitan, por ejemplo, contribuir en la calidad de vida de los inmigrantes, comenzando por desterrar las barreras que impiden un mayor desarrollo, como el idioma. Y aunque hay avances en materia de acceso a la salud y educación –especialmente de niños y jóvenes extranjeros- las condiciones de habitabilidad se transforman en un problema que amenaza con no tener una pronta solución, ya que distintas circunstancias han permitido conocer una realidad oculta, como el hacinamiento y condiciones poco dignas de subsistencia.
Es imperioso visibilizar aún más las necesidades de los inmigrantes, especialmente lo que tiene que ver con las condiciones de vida, situaciones de discriminación que podrían vivir en el día a día, y cuáles son las reales oportunidades que les ofrece Chile para su desarrollo.