El estudio de carreras vespertinas se ha transformado en el último tiempo en una alternativa real para aquellas personas que por diferentes motivos dejaron inconclusas sus carreras de nivel superior, y no solo porque les permite una flexibilidad horaria que les facilita complementar vida familiar y laboral, sino que también porque se han sumado otras ventajas que hacen cada vez más apetecido este sistema de continuidad de estudios.
Así lo respalda el director del Instituto Profesional IPG, sede Rancagua, Octaviano Torres, quien señala en primer lugar que “debemos entender que la decisión de estudiar en jornada vespertina no es fácil, pues la gran mayoría de los alumnos deben necesariamente compatibilizar estudio con trabajo y a eso suma que un porcentaje importante es casado y con hijos”.
El académico explica que las ventajas recaen en la compatibilidad con el trabajo que generan estas carreras, ya que se les otorga un horario cómodo, cosa de facilitar la tarea de desempeñar lo mejor posible ambos roles. Otro punto que destaca son las clases más cortas, “pues el alumno vespertino quiere y desea aprender, es mucho más maduro y responsable”, señala Torres.
Por último, señala como ejemplo que en su institución se cuenta con un equipo docente muy consciente de la realidad de estos alumnos, que ofrece “un apoyo constante durante su permanencia en la carrera, para el logro de su tan ansiado título técnico o profesional”.
Otros expertos también aseguran que al trabajar y estudiar a la vez, realizando dos funciones que requieren responsabilidad, los alumnos están adaptando su cerebro a resolver problemas más rápido y a ser capaz de realizar labores simultáneas, lo que a la larga les traerá beneficios como mayor productividad y eficacia.
Como ventajas físicas, agregan que se suele dormir mejor porque al tener poco tiempo para hacerlo, los estudiantes son capaces de disfrutarlo al máximo, lo que es muy beneficioso para reponer las excesivas energías que se gastaron durante el día. Así como también las personas que son tan activas y que son madrugadores suelen dedicar su tiempo en las mañanas para organizar su día, estableciendo metas y dejando sus objetivos claros. Además, tienen la capacidad de disfrutar al máximo sus momentos de relajo y tranquilidad, ya que los suelen dedicar a reflexionar y enfocarse en lo importante.
Por último y como dato económico, los entendidos sostienen que las carreras vespertinas siempre cuestan menos dinero que una diurna.
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