Tras un largo camino, el cual contempló riesgo de demolición, el castillo Butrón fue traspasado por la empresa Armas -dueña del terreno donde se emplaza el inmueble para construir condominios- a la municipalidad de Rancagua tras firmar un acuerdo. El municipio estará encargado de trabajar para remodelar y conservar la casona que data de fines del siglo XIX y así gestionar proyectos culturales en la población Centenario.
Tras el anuncio de demolición del Castillo Butrón, ubicado en el barrio Centenario, uno de los más antiguos de Rancagua, distintos movimientos sociales manifestaron su descontento. La casona fue comprada en febrero de este año por la inmobiliaria Armas con el objetivo de construir edificios de condominios.
“La inmobiliaria Armas cumple un compromiso verbal que asumió con nosotros, en su momento, de mantener esta construcción, pero además de eso, entregarla al municipio, y eso nos va a permitir trabajar en un proyecto de remodelación y conservación para dejarla en las condiciones que debe estar”, manifestó el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto.
El edil agregó que si bien aún no hay un destino de lo que se va a realizar en concreto en el castillo, “la idea que siempre hemos señalado es que debe tener un destino cultural” y que “hay muchas ideas, algunas que nos dan los vecinos y otras que tenemos nosotros como municipio, pero no me imagino que tenga un destino distinto a que no sea un hito cultural de la ciudad, que permita aglutinar actividades de interés”.
Con la entrega oficial el municipio debe buscar un equipo de profesionales para que se haga cargo de ver el estado en que se encuentra la estructura y también su conservación arquitectónica. Esto se presume esté definido en los próximos meses junto al respectivo presupuesto y así comenzar con la etapa de buscar recursos para su desarrollo.
Por su parte, el presidente del consejo de Diseño y Desarrollo de la población Centenario, Juan Pablo Cornejo, indicó que “todos aquí apoyamos el movimiento que se creó de conservación del patrimonio arquitectónico y se hizo una lucha para que el castillo no fuera destruido, porque sabemos que acá hay una importante parte de la historia del barrio. Para nosotros era importante que no se destruyera, ya que al botar esto se hubiese perdido parte de la imagen de la historia de la población”.
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