Nuestra bandera patria es portadora de una luz que el espíritu libertador poseía y que la realidad demuestra aún inconcluso. La luz que lleva nuestra bandera es de la razón, el iluminismo de la Revolución Francesa y Americana. El antecedente mitológico más conocido es el de Prometeo: condenado al sufrimiento eterno de sus entrañas devoradas todos los días por haberle entregado a la humanidad la luz del fuego.
Hay otra lectura sobre la estrella que Jorge Baradit tocó en TVN hace semanas: Lucifer, quien porta (ferox) la luz (lux) para los romanos. No es, en sus orígenes, el Satán opuesto a Dios quien producto de sus fraudes comerciales fuera condenado en el libro de Ezequiel. Aunque de todos modos el judaísmo y el gnosticismo siempre los consideraron seres diferentes.
La mayoría de las tradiciones vinculan a Lucifer con el planeta Venus, la estrella resplandeciente del alba o aurora, que en el Nuevo Testamento es Cristo, quien también quiere liberar de la condena al hombre, y por ello es muerto tras gran tormento acusado de soberbia (Como Prometeo y Lucifer).
No es menor el tema de la estrella en nuestra bandera: legalmente el color hoy es azul turquí (el del cielo en la mañana). En 1812 en el anverso de la bandera de la Patria Vieja está Venus sobre los mapuches (liberación de los indígenas, causa de la muerte carrerina), y al reverso, la Aurora en la que Venus destaca. En junio de 1817, la bandera de transición tiene la estrella en su franja central, y está inclinada sobre su izquierda, reseñando la caída de Lucifer desde los cielos a los hombres.
Si el tema fuera el “Unitarismo” de la patria, raro sería que los mapuches, organizados en cientos de comunidades usaran también el mismo ícono. Y raro sería que en la Patria Vieja, donde no era una discusión, estuviera contenida en el escudo.
En 1817 la bandera de la Patria Nueva contará con la estrella inclinada y la wünelve al centro, la explicación al uso será que se usaba más como pendón y por ello debía inclinarse para aparentar estar “derecha”. Por ello, es que la bandera de Chile en que se jura la independencia tiene cosida la wüñelfe (venus mapuche).
Entre 1826 y 1854 la bandera permitida a los civiles estaba despojada de estrella, volviendo a usarse inclinada hasta 1912. Entre 1920 a 1929 la estrella estaba invertida luego se inclina (porque no era importante, claro). La actual es de 1967.
Izad el saludo a Prometeo/Lucifer/Cristo/Venus este 18, que la luz de la razón nos guíe para alcanzar la real independencia de quienes oprimen al pueblo desde dentro y fuera de nuestro suelo.
Francisco Javier Larraín S.
Docente e investigador