
Autos abandonados generan intranquilidad en los vecinos.
Variados temas fueron tratados en la sesión del concejo municipal de ayer en Rancagua, donde destacó uno en particular y dice relación con la creciente inquietud de los vecinos ante los vehículos abandonados en distintos sectores. Hasta el año pasado una treintena de autos, camionetas y camiones se encontraban en esta situación. En el concejo hubo consenso en considerar que esto es un problema, debido a los focos de delincuencia que acarrean estos vehículos, muchas veces en estado de chatarra. El alcalde Eduardo Soto dijo que “en población Rancagua Oriente hay un camión hace dos años y no hay ninguna posibilidad de retirarlo”. Por eso, apuntó el edil, “elaboramos un proyecto para atender dichas inquietudes”.
Asimismo, el jefe comunal añadió que este problema se da también “en población Centenario, camino La Cruz, etcétera. Son puntos de mucho peligro para el vecindario”.
El concejo analizó la opción de normar las facultades del municipio para llevar a remate estos vehículos en abandono, encargando una minuta a la dirección de gestión ambiental.
Por otro lado, el alcalde Soto se refirió a la situación del aparcadero municipal, donde destacó las obras de mejoramiento en este recinto ubicado en la entrada norte de la ciudad. El edil precisó que en este corral “se ha hecho inversión en los cierres, cámaras, iluminación y guardias”. En la oportunidad también se analizó la dificultad que enfrentan muchos propietarios de estos vehículos allí guardados, ya que muchas veces el costo de retirarlos es demasiado alto.
En noviembre del año pasado, 126 vehículos fueron consumidos por un incendio en el lugar, ocasionando preocupación por la cantidad de combustible en el sector.
A nivel barrial, destacaron las solicitudes de sedes en comodato por parte de diversas juntas de vecinos. Se trata de inmuebles bajo dominio municipal, cuyas juntas vecinales acreditan pagos al día y las condiciones de luz y agua potable de los mismos. Destaca la sede en Los Avellanos 2191, que estaría en situación de abandono y los vecinos quieren recuperar “para darle un mejor uso”, según se explicó. También la sede de Los Avellanos 2193 fue incluida en la solicitud, que fue aprobada por el concejo.
Misma suerte corrió la sede del condominio Victoria, cuya presidenta de la junta de vecinos, Flor Godoy, acreditó no mantener deudas con el municipio. En la villa Santo Tomás III etapa y en Diego Portales II etapa también se aprobó la entrega de inmuebles en comodato. No obstante, el concejal Arturo Jara observó que en algunas sedes se realizan cobros por realizar eventos o actividades que no corresponden a un propósito vecinal. “Es imposible que podamos dejar definidas todas las situaciones en un comodato”, precisó el alcalde.