Un aviso dado por los funcionarios que trabajan custodiando el Complejo Penitenciario de Rancagua (CPR) a través del circuito cerrado de televisión fue la alarma que permitió incautar cerca de 22 gramos de clorhidrato de cocaína.
Los hechos ocurrieron cuando personal de Gendarmería se percató del lanzamiento de elementos desconocidos desde el exterior de la unidad penal. Fue entonces cuando los funcionarios dieron aviso a la guardia interna, la que fiscalizó la agrupación de Módulos Alta III, encontrando en un balde con agua una bolsa en cuyo interior había 21,7 gramos de cocaína.
El jefe interno del CPR, teniente coronel Alvaro Millanao, destacó la importancia de los operativos, ya que mencionó que desde que se ha intensificado la vigilancia ya han sido varios los elementos prohibidos que han encontrado.
Por su parte, el director regional de Gendarmería, coronel Federico Muñoz, relevó la importancia de este tipo de coordinaciones, ya que de esta manera se van eliminando los nudos críticos que existen en cada unidad, ya que “ciertamente, la droga es uno de los elementos que genera problemas al interior de las unidades y somos nosotros los llamados a tener y crear mecanismos que eviten la entrada de ilícitos a los penales”.