Han pasado más de ocho meses del trágico accidente que terminó con la vida de 16 hinchas de O’Higgins en Tomé, localidad donde un bus que los transportaba cayó desde 100 metros, mientras circulaba por la cuesta Caracoles.
Cánticos y lienzos fueron parte del recuerdo en el que participaron más de 400 personas.
Antes del encuentro ante la Universidad de Concepción, más de 400 hinchas celestes visitaron el fatídico lugar, donde con lienzos y cánticos recordaron a los suyos.
En la oportunidad, además, se realizó un asado, al igual al que harían esa noche del 9 de febrero.
“Es muy triste lo que les ha tocado vivir”, indicó la alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas, quien hizo entrega a uno de los coordinadores de La Trinchera Celeste, una placa en señal de unión.
«Sin lugar a dudas ha sido la tragedia que más fuerte a golpeado a la comuna a lo largo de su historia. Sé que el dolor nunca desaparecerá, por lo que accedemos a todas las manifestaciones de aprecio y cariño a los jóvenes que perdieron la vida ese cruel día», añadió la autoridad comunal.
Una de las sobrevivientes del accidente, Paulina Silva, quien viajaba en los últimos asientos del bus, se mostró emocionada al volver al lugar donde fue el accidente. «Nunca dejará de ser fuerte poder venir acá. Se me cayeron mis lagrimas, pero siento que en este lugar hay mucha paz y me siento más tranquila».
La alcaldesa Ivonne Rivas entregó una placa de reconocimiento al coordinador de La Trinchera Celeste, Diego Merino.
Silva añadió que pudo agradecerle a los rescatistas, ya que «nos salvaron apenas unos minutos después del accidente. Nunca voy a dejar de decirles gracias, ya que sin ellos, no estaría viva».
Otro de los hinchas que estuvo en el malogrado microbus fue Byron Castillo. «Me acuerdo que esa noche entramos a unas curvas muy cerradas. La primera la tomamos como anécdota, como riéndonos, pero en la segunda se levantaron las dos ruedas de un lado. Cuando caímos cerré los ojos y salí disparado por la ventana de atrás y sentía que caían cuerpos sobre mí. No me podía levantar. Lo único que hice después de caer fue agradecer a Dios».
Para el volante argentino de O’Higgins Alejandro López, el recuerdo de los hinchas “permite darte cuenta de que no sólo perteneces a un club de fútbol, sino a algo mucho más grande, como es el corazón de la gente».
«A varios de esos chicos los veíamos en los entrenamientos en La Gamboína y en los partidos. Pensar que si nosotros íbamos al fin del mundo, ellos nos seguían”, añadió el jugador.
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