El club de fútbol Barcelona de España confirmó que el argentino Gerardo Martino será el nuevo entrenador del primer equipo para las próximas dos temporadas, en reemplazo de Tito Vilanova, que renunció al puesto por enfermedad.
Apodado el ‘Tata’ en el mundo del fútbol, el estratega de 50 años tiene una extensa trayectoria como entrenador en Sudamérica. Su último club fue el Newell’s Old Boys, de Argentina, con el que ganó el Torneo Clausura este año, pero entre otros equipos, dirigió a la selección de Paraguay en el Mundial de Sudáfrica.
Con su incorporación al club blaugrana, el técnico se convertirá en el cuarto entrenador argentino de su historia, después de Roque Olsen, Helenio Herrera y César Luis Menotti.
Pero al «Tata» Martino lo une parte de su historia futbolística con la Región, particularmente, con O’Higgins.
Para ello, hay que remontarse a 1996, cuando Raúl Roque Alfaro llegó como director técnico a la institución rancagüina.
El ex volante daba sus primeros pasos como entrenador y trajo a un viejo conocido suyo como refuerzo. Gerardo Martino, uno de los futbolistas destacados del Newell’s Old Boys de Marcelo Bielsa, llegaba a Rancagua en el último período de su carrera.
El ahora técnico del Barcelona arribó a O’Higgins a los 34 años y compartió camarín, entre otros, con el portero Roberto Rojas, los defensas Rodrigo Pérez, Mauro Meléndez, Joel Molina, el delantero Mario Núñez, y el actual gerente deportivo celeste, Clarence Acuña.
Los hinchas aún recuerdan la victoria de O’Higgins sobre Universidad de Chile, por cuatro goles a uno en el estadio El Teniente, con una gran actuación de Martino. Pero ese mismo año fue transferido al Barcelona de Ecuador, donde culminaría su carrera como futbolista.
Para Joel Molina, Martino «siempre fue un caballero y tuve la oportunidad de conocerlo, ya que fui el encargado de pasar a buscarlo y dejarlo en su domicilio para ir a entrenar».
El ex defensa celeste lo califica como «un tipo sencillo, amable y muy profesional. Era muy metódico y se transformó de inmediato en un líder para nosotros. Aportó su experiencia, aunque por poco tiempo. Tengo los mejores recuerdos de él».
Molina agregó que el trasandino “era una persona que tenía mucha llegada a los jugadores y es más, se podía transmitir su mensaje fácilmente. De hecho, no complicaba su seriedad y experiencia, y se transformó en un jugador de confianza. Esa campaña no fue de las mejores, pero fue una gran experiencia compartir con él”.
En tanto, Mario Núñez reconoció haber aprendido con la experiencia del argentino. “Siempre tuvo una palabra para los más jóvenes. Tengo los mejores recuerdos como persona y como jugador ya que era un ‘tipazo’, muy serio y me acuerdo que en los partidos era una especie de técnico, porque le decía a cada uno qué hacer”.