El mismo día y el mismo lugar, pero 41 años después, diversos sectores sociales celebraron el momento en que el cobre pasó a ser de todos los chilenos.
El 11 de julio de 1971 el Congreso aprobó, de forma unánime, la nacionalización del cobre, cuya explotación estaba en manos de capitales norteamericanos. El Presidente Salvador Allende encabezó un acto multitudinario esa helada tarde en la Plaza de Los Héroes de Rancagua ante los vítores de numerosos mineros con cascos multicolores y la presencia del cardenal Raúl Silva Henríquez.
A 41 años de ese acontecimiento, la ciudad recuerda uno de los momentos más importantes en su historia.
Jorge Peña, presidente del Sindicato de Trabajadores Contratistas de El Teniente (Siteco), encabezó un acto en el mismo lugar donde se celebró “la segunda independencia de Chile”, como la calificó Allende. “Lo que se pretende lograr, desde las organizaciones que están convocando, es dar inicio a lo que nosotros denominamos la gran batalla por la recuperación de nuestra dignidad nacional y la recuperación de todos nuestros recursos naturales para beneficio y usufructo de nuestro pueblo”, aseveró el líder sindical.
Para Jorge Peña “la pobreza se puede resolver nada más que nacionalizando nuestro cobre y renacionalizar no es otra cosa que recuperar para nosotros mismos lo que se están robando”. Agregó que “el 72% del cobre está en manos extranjeras, dejan muy poco de impuestos en nuestro país y la Constitución establece que el Estado tiene el derecho absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, por lo tanto, es ilegal lo que está ocurriendo”.
El dirigente de Siteco asegura que “todos nosotros, los que estamos acá, estudiantes, pobladores y organizaciones sindicales le vamos a poner todo el empeño para que esto se convierta en un movimiento de masas que una a todo el pueblo y vamos a dejar de luchar separados”.
Ricardo Hernández, presidente regional del Partido Socialista, expresó que “la nacionalización del cobre fue el acto más importante que tuvo la Unidad Popular”.
Carlos Arellano, candidato a alcalde de Rancagua por la Concertación, manifestó que “hoy no sólo es un día de celebración, también es un día de lamentación”, refiriéndose a la privatización de la minería del cobre durante el gobierno de Augusto Pinochet.
Luis Gómez, presidente del Sindicato Sewell y Mina, durante su discurso destacó el rol de Salvador Allende en la nacionalización del metal rojo. “Allende pensaba y estaba seguro que este país, haciendo uso de las riquezas, podía tener una pensión digna para los trabajadores, con un sueldo digno para ellos; que los niños podían dedicarse a estudiar y no a trabajar en un supermercado o limpiando vidrios en las esquinas”, manifestó el dirigente.
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