Según el director del Hospital Regional de Rancagua, Fernando Millard, uno de los desafíos que de entrada tuvo que asumir en su gestión, estaban relacionados con el área de urgencias de ese centro de salud.
“El problema era básicamente que habían muchos tiempos de espera y los pacientes permanecían hospitalizados en Urgencias por muchos días, con un problema de estadía en un servicio que no tiene cama, si no camillas y por lo tanto pacientes hospitalizados no deberían permanecer», cuenta el profesional.
A su juicio, «el paciente tiene que estar lo mínimo en el servicio de Urgencias y hacerse cargo el servicio que le corresponde (…) en ese sentido fue el primer cambio que se hizo”.
Millard explica que uno de los principales problemas era con la salida de Urgencia de los pacientes: «Los servicios no entregaban las camas necesarias para subir a los pacientes y eso hacía que se mantuvieran muchos días». Cuenta que en marzo llegó el doctor Lenin España. «Lo pedí a la dirección del Servicio para hacer la gestión de cama que es una labor importantísima en el hospital, porque es una labor que pasa por sobre la jefatura de los servicios y que tiene que generar las camas para que el servicio de urgencias saque los pacientes de allí y entren al servicio que les corresponde”.
Destacó que a partir de esta medida “comenzó una etapa diferente. Ahora tenemos un servicio de urgencias que tiene camas, que el reanimador no está ocupado como antes que habían cuatro pacientes. Entramos en un circuito muy favorable, en el sentido de tener todos los días una gran cantidad de camas». Lo que se une «con los cambios que se hicieron en la UPC (Unidad de Pacientes Críticos) que entrega camas tanto en la UTI (Unidad de Tratamiento Intermedio) como en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos)».
Explica que «eso significa que un paciente que llega al servicio de urgencias nuestro, recibe la primera atención, la compensación más rápida y rápidamente el paciente está en la UTI o en la UCI que es el lugar donde recibe la mejor atención técnica, donde están los equipos preparados para esa atención”.
Refirió que “en la UPC prácticamente no habían camas, estaban ocupadas y que teníamos unos índices de ocupación muy altos y con larga estadía, era un problema de gestión”.
En relación a los tiempos de espera de los pacientes para ser intervenidos, destacó “se resuelven en el tiempo que corresponde».
«Hemos comenzado una etapa con el grupo de traumatólogos de urgencias, más el grupo de traumatólogos internos de ir mejorando el proceso, a que se resuelvan en las primeras horas en los pabellones de urgencias en horarios vespertinos. Esos antes quedaban en una lista que podían demorarse hasta 30 días, ahora nosotros esperamos que en las primeras 24 o 48 horas queden todos resueltos”.
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