Una seguidilla de emanaciones de ácido sulfhídrico y elementos volátiles en el sector de la población San Luis, en Rancagua, y casos similares ocurridos en la comuna de Graneros encendieron las alarmas. Producto de las emergencias que se generaron, se comenzó a investigar diversos establecimientos del sector, entre ellos, talleres mecánicos.
Precisamente en esa fiscalización la Seremía de Salud logró detectar que dos talleres de la población no cumplían con normativa básica para funcionar, tanto permisos como un plan de manejo de desecho de residuos, por lo que se determinó levantar un sumario sanitario.
Respecto a la situación, el seremi de Salud, Rafael Borgoño, expicó que si bien “no podemos asegurar que exista relación, sí tenemos claro que en el último mes hubo dos alertas por ácido sulfhídrico, donde hubo también un aumento de otros elementos volátiles, que no son solo por descomposición orgánica, y alguna de las veces esto coincidía con alertas que hubo en el sector del estero La Cadena, en la ruta H-10”.
Esa relación entre los hechos ocurridos en la población San Luis de Rancagua y las emergencias de Graneros se explican “según los expertos, como SISS y Essbio, porque las aguas del sector de Rancagua llegan a ese sector, a la planta de tratamiento de Chancón”.
De esta forma, “algunas veces, cuando había una alerta en la tarde por ácido sulfhídrico en San Luis, coincidió que tres horas más tarde se presentaban malos olores en el sector de Graneros”.
A raíz de esa situación, el seremi reveló que “un fiscalizador nuestro pudo entrar a un taller y detectó que tenía condiciones laborales y de seguirdad precarias, por lo tanto, fuimos y entramos a otros dos, que están por Bombero Villalobos, pero que sus alcantarillas van a la población San Luis”.
“A los dos que fuimos, no tenían cosas básicas, como patente municipal. Preguntamos qué hacían con los resudios y dijeron que los retiraba una empresa, sin dejar registro”, añadió la autoridad.
Por ello, si bien “no nos consta que botaban los residuos a la alcantarilla, si no tienen un plan de tratamiento de residuos, dejan la opción abierta”.
Ante la situación, recalcó Borgoño, “levantamos el sumario sanitario por funcionar sin permiso, no contar con extintores, no contar con elementos de protección personal, sin manejo de residuos, para poder resguardar la salud de los trabajadores, de la población, los vecinos y del medio ambiente.”
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