Editorial: En el Día Internacional de la Mujer

En las calles y con una serie de actividades se conmemorará hoy el Día Internacional de la Mujer.

Si bien la mujer chilena del siglo XXI ha logrado importantes avances en materia de derechos, aún quedan temas pendientes y por los que se debe avanzar con mayor celeridad.

Es que hoy la mujer chilena se debe enfrentar día a día con una serie de desigualdades que atentan contra su desarrollo integral.

En el ámbito político, por ejemplo, hay avances, pero no son suficientes. Con la puesta en marcha de la Ley de Cuotas, al menos el 40% de los candidatos al Congreso deben ser mujeres. Si bien el resultado fue positivo, ya que la cifra ha ido mejorando con el transcurso de las elecciones, aún no podemos estar satisfechos.

En el Senado, el 2017 se eligieron 6 mujeres de un total de 23 escaños disponibles. Un avance, ya que en 2009 fueron 3 (de 21 cupos) y en 2013, 4 (de 24 posibles).

En la Cámara de Diputados, solo el 22,5% de los representantes son mujeres, ya que solo se  eligieron 36 de un total de 155 cupos.

Y en el gabinete de Sebastián Piñera el tema sigue desnivelándose a favor de los hombres, ya que solo 9 ministras son mujeres.

Datos que en la práctica se traducen en que aún la presencia de la mujer en la toma de decisiones sigue siendo insuficiente.

Pero además, hay otras dos problemáticas que son transversales en la sociedad chilena: Sueldos y violencia.

Aún existe una marcada desigualdad en el desarrollo económico de las mujeres, con remuneraciones disímiles con los hombres, a pesar de realizar una misma labor en la misma organización.

A lo que se suma una cultura machista que no ha sido fácil de erradicar,  que redunda en agresiones y abusos a las que un importante número de mujeres –sin importar su condición socioeconómica- sigue estando expuesta.

Aunque muchas se han atrevido a denunciar, existe una cifra negra que hoy no se conoce y que sufre apremios físicos, psicológicos, económicos y sexuales en silencio.

¿Cuánto tiempo más tendrá que pasar para cambiar esta realidad?

Es clave robustecer las políticas públicas, la legislación, pero también avanzar en un cambio cultural que permita, en el corto plazo, poner fin a todas las formas de discriminación, violencia y abusos que hoy sufren las mujeres, y para ello es clave que como sociedad nos comprometamos a avanzar decididamente en estos temas.