El abogado Gabriel Henríquez, en representación de una familia rancagüina, interpuso una querella en contra de cuatro Carabineros por hurto, detención ilegal, allanamiento ilegal y falsificación de documento público, debido a un confuso incidente ocurrido durante la noche del 4 de abril y la madrugada del día siguiente, en la capital de la región de O’Higgins.
La querellante, propietaria de una fuente de soda y quien prefirió mantener su identidad en el anonimato por miedo a represalias, detalló su versión de lo ocurrido en las afueras de su local, donde ese día llegaron cuatro carabineros y detuvieron a su esposo.
“Yo les pregunto qué está pasando y un carabinero me dice, con garabatos, ‘mira lo que tengo aquí tal por cual, esta es cocaína’», recuerda la mujer, quien asegura que la droga «me la muestra dentro del furgón de Carabineros».
Luego de ello, «toma a mi marido y le pone las esposas», asegura. Su relato continúa: «Luego ingresan a mi negocio, primero un carabinero, después yo entro con ellos (los demás) y le digo ‘nosotros no tenemos nada, no somos traficantes’». La mujer cree que los uniformados estaban tras el dinero que ella manejaba en el lugar: «Empiezan a trajinar mi negocio, pero en las partes que yo tenía el dinero, o sea, ellos sabían que yo manejaba plata en mi negocio”. La presunta afectada asegura que el dinero que se encontraba en el lugar era del arriendo de inmuebles y de colectivos de su propiedad.
La mujer detalla que uno de los uniformados se colocó guantes azules antes de comenzar a registrar su local, momento donde otro de los efectivos policiales ubicó el maletín donde guardaba el dinero. La afectada enfatiza en el mal trato que recibió de parte de carabineros, que registraron su cartera e incluso querían llevarse una alcancía de su nieta.
Posteriormente, la mujer se dirige a su casa –ubicada a una cuadra y media de su negocio- momento donde se vuelve a encontrar con los cuatro uniformados que llegaron con las llaves del inmueble. “Yo les pregunto ‘¿qué hacen acá?’ y me dicen ‘quiero entrar a la pieza de la vieja, quiero la pieza de la vieja’ (…) se dirigen a la pieza de mi suegra, desde donde le sacan las joyas de matrimonio”. Recuerda que tres uniformados ingresan al lugar, desde donde también se llevan una alcancía, la pensión de la mujer y perfumes de reconocidas marcas.
En su relato señala que con anterioridad a la detención de su esposo en las afueras del local realizada pasada la medianoche, los uniformados habían arrestado a su suegra, una mujer de 85 años, alrededor de las 22:30 horas, también bajo el cargo de tráfico de drogas.
Según detalla el abogado de los querellantes, Gabriel Henríquez, la suma de dinero sustraída asciende a 3.680.000. El profesional asegura que los uniformados “no dieron cuenta (del dinero) en los respectivos partes, ni a la Fiscalía, ni por supuesto, a los tribunales”, por lo que se desconoce el paradero del dinero y las especies.
Henríquez, señala que en el parte policial, se detalla que la mujer de 85 años fue encontrada con estupefacientes, hecho que sus representados niegan tajantemente.
El abogado asegura tener pruebas del actuar de los funcionarios, ya que existirían registros audiovisuales de las cámaras de seguridad del local comercial que servirían como evidencia «clara, contundente, evidente, de que en el obrar de estos funcionarios policiales se transgredieron las normal legales”.
Por su parte, Carabineros declinó referirse al tema porque no han sido notificados oficialmente al respecto.