El Colegio Médico alertó de manera casi desesperada sobre la difícil realidad que se vive en los hospitales producto del estado actual de la pandemia. “La situación es muy compleja, los centros de salud tienen ocupación al límite. Los equipos están saturados, aunque se incrementen las camas, el personal es el mismo. Necesitamos un cambio de gobernanza“, declaró la orden profesional.
El ministro de Salud, Enrique Paris, aseveró que “estamos muy conscientes de que el personal está muy agotado. Por eso mismo, cuando nos piden más camas, no solamente hay que pensar en más camas, hay que pensar en la necesidad y reconocimiento que hacemos al personal”.
Esto da cuenta de la sobrecarga laboral a que está sometido el personal de estos recintos, que trabaja en turnos agotadores y sin poder tomar vacaciones hace tiempo.
Constanza González conoce esta realidad desde adentro. Es presidenta de los profesionales universitarios de la salud (Fenpruss) del Hospital Regional de Rancagua.
Explica que “pasamos de una carga emocional a un desgaste emocional, a más de un año de la pandemia”. Relata que “en un principio había un temor a lo desconocido, sumado a la sobrecarga de trabajo. La atención de pacientes de UCI a UCI de alta complejidad no es lo mismo que atender pacientes de menos complejidad. A eso se sumó la suspensión de los feriados legales, también el cambio el cambio de las funciones. Por ejemplo, enfermeras que llevaban años desempeñándose en funciones clínicas, las cuales tuvieron que ser derivadas a servicios clínicos, incluso enfrentándose a modalidades de cambios de turno”.
Horarios extenuantes
La profesional del principal recinto de salud en O’Higgins asegura que “la mayoría de quienes están implicados en atención directa de pacientes covid tienen jornada de 12 horas diarias, pero en el peak de la pandemia los funcionarios trabajaron en turnos de 24 horas”. Constanza González dice que una de las peticiones más sentidas del personal dice relación con poner atención a su salud mental. La contención emocional se traduce en pequeñas intervenciones que muchas veces son poco prácticas, en el sentido que muy pocos funcionarios pueden dejar de lado su función laboral para poder tener espacio de autocuidado. Por lo tanto, las medidas tienen que ser transversales y generar un impacto en el día a día de los funcionarios”.
Aumento del ausentismo laboral
La dirigente de Fenpruss da a conocer otro problema vinculado a la pandemia. “El ausentismo en el personal de salud, acompañado del tema de salud mental es algo preocupante. Ya veníamos con un índice de ausentismo súper alto que se ha acrecentado estos últimos meses y la verdad es que no hay medidas concretas que vayan en apoyo del funcionario”, afirma la profesional
Mensajes comunicacionales equivocados
“En la segunda ola, mes de marzo, se vivió un fenómeno acá que yo lo pude apreciar: una mala comunicación por parte de la autoridad cuando estaba el permiso de vacaciones, ya que estaba el mensaje de que llegaba la vacuna y poco menos que la pandemia llegaba casi a su fin. Eso perjudicó, porque comunicacionalmente en la gente empezó una sensación de relajo que también llegó a los funcionarios. Sin embargo, no hubo una comunicación institucional y asertiva”, dice Constanza González. Agrega que “la manera en que los funcionarios se enteraron de que la situación estaba más compleja fue que los feriados legales se suspendían”.
Cambiar la estrategia
Germán Arenas, dirigente de Fenpruss y consejero regional, plantea “la necesidad de un cambio de gobernanza en la estrategia sanitaria”. Piensa que “la comunicación de riesgo ha sido falente porque, si seguimos centrando el mensaje en el porcentaje de disponibilidad de camas, seguimos dando una falsa sensación de seguridad a la comunidad”.