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La encrucijada de la Derecha en la elección de gobernador regional de O’Higgins

VIERNES, 26 DE ABRIL DE 2024
Publicado por

David Pellizzari


Pablo Silva Amaya irá a la reelección y despejó el panorama en el oficialismo, sin embargo, en la oposición no hay nada claro a sólo meses de una elección trascendental.


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En octubre próximo la Región de O´Higgins, al igual que todas las demás regiones del país renovará sus autoridades locales, y mientras en el oficialismo la repostulación el actual gobernador Pablo Silva Amaya simplifica cualquier negociación política, en la vereda de enfrente política no hay nada claro.

En 2021 la oposición fue representada por Eduardo Cornejo militante de la UDI, quien en la primera vuelta alcanzó 73.695 votos, lo que equivale a un 22,16%, mientras que el Silva Amaya, llegó a 80.927 votos, que representan un 24,33%, pasando ambos a la segunda vuelta, mientras el actual ministro de agricultura, Esteban Valenzuela obtenía un 20,41%, Franklin Gallardo un 19,03% y el ex diputado y ex DC Ricardo Rincón un 14,07%, quienes quedaron en el camino.

En una segunda vuelta con una sensible baja en la participación la Centro Derecha alcanzó apenas 49.622 (42,33%) mientras el oficialismo llegó a 67.603 sufragios (57,67%).

¿Qué pasa hoy en la Centro Derecha?

Se habló hace algunos meses de la posibilidad de que el ex alcalde de Rancagua, Eduardo Soto asumiera el desafío de arrebatar la gobernación regional al Partido Socialista en octubre próximo, sin embargo, Soto vería con más entusiasmo la opción de recuperar el municipio de Rancagua, sumido en una profunda crisis y con el actual alcalde Juan Ramón Godoy privado de libertad e imputado por graves delitos, aunque no es un tema zanjado, e incluso ya se barajan otros nombres para competir por Rancagua, como la concejala María del Carmen Orueta.

Quien abiertamente ha mostrado interés en competir es el consejero regional Lenin Arroyo, quien pretendía obtener el apoyo del Partido Republicano y transformarse en candidato único del sector, pero trascendidos señalan que los demás Partidos del sector habrían descartado apoyar a Arroyo. Desde el Partido Republicano se apunta el nombre de Fernando Ugarte como posible opción para competir por el sillón de gobernador regional, mientras que un ex militante de ese Partido, hoy cercano a los Social Cristianos, Marcelo Ramírez, también se ha mencionado como alternativa, aunque desde RN también se habla del ex intendente Felipe Uribe.

Finalmente, Juan de Dios Valdivieso, actual director de la Fundación IdeaPaís en O’Higgins y quien fuera candidato a convencional constituyente por el distrito 16 en el primer proceso constituyente, también se menciona como una opción independiente y que podría concitar el apoyo transversal en el sector.

¿Y si no hay acuerdo?

Ante este escenario tan líquido, no se descarta la opción de que el sector simplemente se omita en O’Higgins para apoyar la carta impulsada por el Partido Demócrata y Amarillos, que hasta ahora podría ser Ricardo Rincón, pero que también podría tener alternativas distintas.

¿Y los plazos?

El calendario juega en contra de la indecisión de los Partidos, que tienen hasta el 27 de julio para inscribir sus opciones, por lo que las negociaciones deberían intensificarse en los próximos días y semanas.

Los desafíos de la elección y el cargo

El escenario de voto obligatorio abre por completo la elección más allá de los nombres que terminen apareciendo en la papeleta de octubre, basta con recordar que en la primera vuelta de 2021 votaron 332.616 ciudadanos en O’Higgins, mientras que, en el plebiscito constitucional de 2023, operando la obligatoriedad del sufragio, acudieron a las urnas 734.162 electores, es decir, más del doble de potenciales electores que en la elección anterior.

En cuanto al cargo y sus desafíos, además de carecer de atribuciones en una serie de materias, lo que ha sido reclamado profusamente por los actuales gobernadores, el cargo si ofrece opciones importantes en cuanto a la inversión de recursos en una serie de materias sensibles para el desarrollo de la región, lo que representa una oportunidad de imprimir un sello a la próxima gestión, que podría incidir significativamente en una economía deprimida con respecto a las demás regiones del país.


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