Antes de aventurarte a operar con acciones reales, es crucial que domines algunos conocimientos fundamentales sobre cómo operan los mercados de acciones para principiantes.
Asimilar estas nociones básicas desde el principio no solo te ayudará a tomar decisiones de inversión más informadas y sensatas. También te protegerá de cometer costosos errores por falta de comprensión que podrían erosionar rápidamente tu capital inicial.
¿Qué es una acción?
El concepto principal a entender es justamente qué es una acción. En términos simples, una acción es un título de propiedad fraccionaria que otorga propiedad sobre una empresa. En este caso, una que ha realizado una oferta pública inicial o IPO, por sus siglas en inglés.
Al comprar acciones, esencialmente te conviertes en propietario minoritario o socio parcial de esa compañía. Mientras más acciones poseas, mayor será tu participación de propiedad y mayores serán las ganancias que te corresponde recibir del negocio subyacente.
Algunos ejemplos de acciones populares cotizadas en bolsa incluyen Apple (AAPL), Microsoft (MSFT), Amazon (AMZN), Tesla (TSLA), Nike (NKE), y muchas otras empresas que has oído mencionar en las noticias.
¿Cómo se negocian las acciones en bolsa?
Pero las acciones sólo pueden ser compradas y vendidas en mercados centralizados conocidos como bolsas de valores como la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) o el Mercado de Acciones Nasdaq.
Estos son esencialmente enormes centros de negociación que funcionan a través de redes computarizadas que conectan a miles de operadores, corredores de bolas, e inversores individuales de todo el mundo. En el caso del NYSE, aún existe un piso físico donde representantes de casas de bolsa y bancos de inversión gestionan órdenes de compra de alto volumen.
En una bolsa de valores, las acciones se compran y venden mediante un sistema de subastas públicas continuas basado estrictamente en la oferta y la demanda. A medida que los inversores colocan órdenes de compra y venta a través de sus corredores, los precios de las acciones fluctúan.
Los inversores no pueden comprar o vender acciones directamente sino que deben hacerlo a través de intermediarios autorizados conocidos como corredores de bolsa. Estos agentes ayudan a procesar y emparejar las órdenes de compra y venta.
Capitalización bursátil
Otra métrica clave a monitorear es la capitalización bursátil de una empresa. Esto simplemente refleja el valor total de todas las acciones en circulación de la empresa multiplicado por su precio actual.
Las empresas suelen clasificarse en categorías dependiendo de su capitalización. Por ejemplo, empresas con capitalización por debajo de $2 mil millones usualmente se consideran small caps (baja capitalización). También existen las llamadas micro cap, que son empresas cuya capitalización está por debajo de los $300 millones de dólares.
Este rango de tamaño y madurez puede influir en el riesgo potencial pero también en el potencial de crecimiento futuro de una acción. Las small caps usualmente tienen más espacio de crecimiento que las llamadas ‘large cap’ o ‘mega caps’ pero su precio es también considerado más volátil.
Dividendos accionarios
Algunos inversores prefieren centrarse en empresas que pagan dividendos en efectivo a sus accionistas cada trimestre o anualmente. Los dividendos se usan para distribuir las ganancias de una compañía entre los propietarios de las acciones de la misma como recompensa por mantener su participación.
Las empresas que pagan dividendos relativamente altos como las petroleras, empresas de servicios públicos, y otras en industrias maduras, son populares entre los inversores que están más interesados en generar un flujo de caja regular que en ver un alza sostenida en los precios de sus acciones.
Sin embargo, otras compañías de alto crecimiento como Amazon o Netflix a menudo retienen todas las ganancias para reinvertirlas en la expansión del negocio. Estas acciones de crecimiento puro son más atractivas para los inversores que busca generar riqueza a través de la apreciación constante del valor bursátil de sus acciones.
Índices bursátiles
A mayor escala, existen también índices bursátiles que recogen el movimiento promedio del mercado de valores en su conjunto o de un segmento del mismo. Algunos de los más emblemáticos índices son:
- S&P 500: Rastrea el desempeño de las 500 acciones más grandes por capitalización de mercado que cotizan en la bolsa de EE.UU.
- Dow Jones Industrial Average: Un índice de 30 acciones de alta calidad (blue chip) y bien establecidas que cubren industrias clave de la economía estadounidense como servicios financieros, atención médica, bienes de consumo masivo, etc.
- Nasdaq Composite: Un índice compuesto por más de 2,500 acciones tecnológicas y de crecimiento que cotizan en el mercado de acciones Nasdaq.
Estos índices bursátiles funcionan mediante un sistema de ponderación donde las empresas más grandes por capitalización de mercado tienen más influencia sobre el valor del mismo. Por lo tanto, el desempeño de Apple, Microsoft, Amazon, Netflix, y otros gigantes suele impactar más el valor del S&P 500 que los movimientos, sin importar cuan erráticos, de empresas más pequeñas.
Análisis fundamental vs. técnico
Las dos grandes disciplinas de inversión que existen para evaluar oportunidades existentes en el mercado son el análisis fundamental y el análisis técnico.
El análisis fundamental consiste en examinar detenidamente los estados financieros, modelo de negocio, y métricas de valoración de una empresa para intentar determinar si sus acciones se encuentran infravaloradas o sobrevaloradas en relación con su valor intrínseco o perspectivas de ganancias futuras. Esta es la forma más común de análisis para inversiones a largo plazo.
Por otro lado, el análisis técnico se basa más en el estudio de patrones históricos de precios, volúmenes de negociación, y otras estadísticas del mercado que se emplean para identificar posibles señales que predigan la dirección futura de los movimientos del precio de una acción. Es más común entre operadores más activos que buscan oportunidades de corto plazo.
Conclusión
Si bien puede resultar abrumador al principio, tomar el tiempo para comprender los conceptos básicos es un paso absolutamente crítico antes de intentar probar suerte en el mercados de acciones.
Nociones fundamentales como qué son las acciones, cómo funcionan los mercados de valores, diferentes métricas clave de valoración, y enfoques comunes de análisis te permitirán mejorar las posibilidades de obtener resultados satisfactorios.
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