Muchas veces hemos escuchado el término victimización secundaria sin saber bien a que se refiere, he aquí la explicación. Se entiende victimización secundaria como “efectos producidos por la intervención del sistema social, judicial o policial en la investigación del delito o en el trato hacia la víctima”.
Se denomina victimización secundaria porque puede constituirse en una segunda experiencia de victimización, posterior a la vivencia del delito, si en el contacto con el sistema el/la ofendido/a experimenta la sensación de recibir trato objetivante; de desconocimiento de su calidad de sujeto de derechos; de pérdida de tiempo y excesiva burocratización; de incredulidad por parte de los operadores del sistema y/o simplemente de ser ignorado/a, entre otros.” (RAV, 2009: 16).
¿Qué se puede hacer para disminuir la victimización secundaria?
A veces, sino la mayoría, cuando hemos sido víctima de algún delito, o vemos como cada día en las noticias hay situaciones en que las personas sin querer se han visto expuestas a algún acto delictivo, surge espontáneamente la empatía con el dolor de aquellos que han sido vulnerados en sus derechos. Nos damos cuenta de cómo nuestras expectativas previas no son las esperadas con la realidad institucional, ya sea en el ámbito policial, judicial y de salud.
Decimos disminuir, porque una cierta victimización secundaria parece inevitable: trámites burocráticos, reconocimientos, interrogaciones; exploraciones, declaraciones, etc.; trámites, en todo caso, de imperiosa necesidad para poder resolver los casos.
Aquella persona que ha sido vulnerada por algún delito, tiene escaso o nulo conocimiento de sus derechos, desconoce que tiene derecho a asesoramiento legal, de atención psicológica y social, entendiendo que las repercusiones de los delitos son en estos tres ámbitos: psico-socio-jurídico, y que esta atención integral la puede recibir de forma totalmente gratuita en los Centros de Apoyo a Víctimas que se encuentran a lo largo de todo el país.
Otros agentes importantes que pueden generar victimización secundaria son los medios de comunicación, profesionales del ámbito educativo, familiares y redes sociales, religiosos, empleadores, etc.
ALGUNOS CONSEJOS PARA PODER EVITAR TAL VICTIMIZACIÓN:
- Comprensión del sufrimiento de la víctima.
- Acogida a sus necesidades.
- Mostrar interés y aceptación por la víctima y su experiencia.
- Propiciar la confianza de los afectados y escucharlos, mostrándose cálido y afable.
- Brindarle el espacio para hablar de lo ocurrido, sin presionarlo/a.
- Evitar hacer preguntas en tono brusco u hostil.
- No criticar a la víctima.
- Realizar gestos que demuestren que se la está escuchando.
- Evitar prejuicios o predisposiciones negativas ante la víctima.
- Transmitirle que tomó una decisión correcta al contar y denunciar lo ocurrido.
ASPECTOS A EVITAR:
- Preguntas o aseveraciones que transmiten dudas acerca de la veracidad de la experiencia de la víctima.
- Preguntas confrontacionales o cuestionadoras.
- Comentarios que minimizan las secuelas de la victimización.
- Comentarios que conllevan prejuicios.
- En el caso de que las víctimas sean con niños/as, es conveniente evitar comentarios que enjuicien a el/la agresor/a, pues éste/a puede ser una figura significativa para el/la menor de edad.
Es así como todos podemos ayudar a evitar la victimización secundaria.
Carla Pérez Cornejo
Coordinadora Centro de Apoyo a Víctimas (CAVD) Rancagua