La artritis psoriásica es una patología poco conocida que afecta con mayor frecuencia a pacientes que tienen psoriasis en la piel, produciendo dolor y/o inflamación de algunas articulaciones de las extremidades o de la columna y pelvis.
Para la doctora Anelisse Goecke, presidenta de la Sociedad Chilena de Reumatología (Sochire) y jefa de la Sección de Reumatología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el principal riesgo para tener artritis psoriásica es tener psoriasis de piel.
Es así como esta enfermedad afecta aproximadamente un 10-30 % de los pacientes con psoriasis de piel y se manifiesta más frecuentemente entre los 30 y 50 años.
Para la especialista lo más característico de la artritis psoriásica es que produzca dolor e inflamación de algunas articulaciones en forma asimétrica, a veces con inflamación de algún dedo en forma difusa (llamado dedo en salchicha) y/o tendones o sitios donde los tendones se adosan al hueso con dolor de talones o del Tendón de Aquiles (parte posterior de los tobillos).
Si no se controla puede ser invalidante
Resulta imprescindible un diagnóstico temprano e inicio de terapia precoz para evitar posteriores secuelas: “si la enfermedad no se controla puede producir destrucción articular con pérdida de la función de éstas y, por tanto, llegar a ser invalidante”.
Además “un individuo con inflamación persistente tendrá más riesgo de hacer enfermedades cardiovasculares, infartos y accidentes vasculares encefálicos, lo cual puede llevar a discapacidad e incluso acortar sus años de vida”, declaró.
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Respecto de los tratamientos para esta patología, la especialista explicó que “además de los fármacos que pueden ayudar al alivio del dolor (como analgésicos y antiinflamatorios no esteroidales)».
En algunos casos en que la enfermedad no responde a estas medidas, pueden requerir usar medicamentos biológicos. No todos los biológicos que sirven para la artritis reumatoide necesariamente se pueden usar para la artritis psoriásica y, viceversa”.
Actualmente, el Ministerio de Salud se encuentra analizando la posibilidad de incluir algunas terapias para la artritis psoriásica en la Ley Ricarte Soto, en el marco del cuarto decreto.
En el caso de tener que utilizar fármacos biológicos, estos son de un alto costo, por lo cual no es masiva su utilización, sin embargo esta ley podría hacer accesible este tipo de medicamentos para que más pacientes “tengan la posibilidad de recibir el tratamiento adecuado para una enfermedad que de otra forma les mantiene con dolor, discapacidad y a la larga puede generarles secuelas severas”, concluye la especialista.