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Editorial

Editorial: ¿Qué tan maduros estamos como sociedad?

VIERNES, 23 DE MARZO DE 2018
Publicado por

Equipo de Corresponsales



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La agresión que vivió José Antonio Kast generó diversas reacciones. En su visita a la ciudad de Iquique, para participar de un conversatorio en la Universidad Arturo Prat, el ex candidato presidencial fue duramente increpado por un grupo de jóvenes, que lo obligó a salir del recinto en medio de gritos y agresiones.

Hace unos días, Kast ya había sido blanco de una polémica, luego que la Universidad de Concepción cancelara una charla en el marco del foro de estudiantes titulado «Servicio Público».

La situación vivida por Kast en el norte, causó profunda preocupación en el mundo político. Uno en los primero en reaccionar fue el presidente Sebastián Piñera, quien no dudó en condenar estos hechos.

Pero además, se generó una polémica en la Cámara de Diputados, luego que parlamentarios de  Chile Vamos quisieran impulsar un proyecto de acuerdo y un oficio en la Sala, en rechazo a la agresión sufrida por el ex candidato presidencial, pero que no contó con el apoyo del Frente Amplio y del Partido Comunista.

Después de esto, el debate tomó otro cause, ya que sus detractores aseguran que Kast ha tenido una “actitud provocadora e incitación al odio”, según dijo el jefe de bancada del PC, Daniel Núñez.

Pero el tema de fondo es otro. Y no tiene que ver con colores políticos, o con personajes particulares. Tiene que ver con los niveles de tolerancia y de respeto que, en ciertas situaciones puntuales, se han perdido. Y uno de estos casos fue lo que vivió José Antonio Kast en Iquique. Chile es un país que cuida su democracia. Y las señales en el futuro tienen que ir en esa dirección. En una democracia es válido pensar distinto, que existan diversas ideologías políticas, pero como sociedad debemos saber resolver esas diferencias, sin llegar a situaciones extremas como la agresión.

Y en Chile se deben respetar los espacios para debatir. Las diferencias se discuten con argumentos y no con agresión. De eso, la historia de Chile conoce, y hemos debido lamentar episodios oscuros producto de la intolerancia y la falta de respeto hacia las personas y sus ideas.

Situaciones que nos hacen preguntarnos hoy, ¿qué tan maduros estamos como sociedad?


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