El funcionario de la PDI declaró cómo fueron los hechos a las partes y al Tribunal de Juicio Oral.
Pablo Fuentes Castro, de 23 años, es el funcionario de la Policía de Investigaciones (PDI) que está siendo enjuiciado por el supuesto delito de homicidio.
En la primera jornada de juicio oral declinó de su derecho de guardar silencio y entregó su declaración en el Tribunal de Juicio Oral de Rancagua.
“A uno nunca en la Escuela te preparan para salir a matar a alguien, uno siempre trata de hacer las cosas como corresponden y siempre ha sido ese mi norte como funcionario. Siempre he tratado de ser el mejor en lo que hago», señaló en la oportunidad.
«Es difícil el tema, enfrentarse a una situación así porque hay colegas que nunca en su vida funcionaria han disparado un arma, pero lamentablemente a mí me tocó durante mis primeros meses de egresado de la Escuela vivir una situación como esta”, declaró Fuentes.
Cuando fue formalizado en noviembre del 2013, el funcionario quedó en prisión preventiva y luego de audiencias donde se revisaron las medidas cautelares, fue dejado en libertad. Antes de los hechos, y durante cerca de ocho meses, se desempeñó en la Brigada Investigadora de Robos (Biro) en Rancagua. Actualmente -tras ser derivado hasta la comuna de Conchalí, en la Región Metropolitana- trabaja en la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim).
Pese a estar actualmente prestando servicios en la institución, manifestó que “haber estado en prisión preventiva, no poder realizar mi trabajo como corresponde, porque al principio después que salí de la detención no ejercí como correspondía para lo que yo estudié y en lo que me he enfocado toda mi vida (…) es un tema realmente frustrante”.
No obstante, agregó que “sentí el apoyo de mis colegas tanto en Rancagua como en Santiago (…) Uno hace estas cosas para que no se vuelvan a repetir y, efectivamente, el tiempo que me encontré en la Región Metropolitana, hasta ahora, he estado con tratamiento psicológico por el tema ocurrido y más que nada por la frustración”, relató Fuentes.
Al final de su declaración, el detective especificó que “uno no se despierta con las ganas de que algo en un control salga mal o dispararle a alguien que se le está haciendo un control, es un tema de situaciones que se dan”.
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