O’Higgins defiende otra fórmula de distribución de los recursos generados por el CDF.
Durante la jornada de ayer se desarrolló el último Consejo de Presidentes del año 2014 en la sede de la ANFP, que entre otros temas en su tabla -presentación de los informes de las diferentes comisiones del órgano rector del fútbol nacional y de la comisión organizadora de la Copa América ‘Chile 2015’- expuso el tópico del ‘Fair Play Financiero’.
En la ocasión el presidente de la Unidad de Control Financiero, Sebastián Pieter, entregó los detalles de este marco regulatorio económico que en su génesis busca que los clubes no puedan gastar más del 70 por ciento de sus ingresos declarados en el presupuesto anual en el plantel y cuerpo técnico. Y quienes rompa la regla quedan expuesto a una fuerte multa.
Para el presidente de O’Higgins de Rancagua, el empresario Ricardo Abumohor, el ‘Fair Play Financiero’ de entrada no ataca directamente los actuales problemas que presenta el fútbol chileno, como son los siderales presupuestos que manejan los clubes denominados grandes, contra las menores arcas que presentan las instituciones de provincias y los considerados chicos.
“El enfoque tiene que ser distinto”, menciona Abumohor, quien declara “estar de acuerdo que se fiscalicen a los clubes en que no se endeuden, que no gasten lo que tengan que gastar”, pero de la misma forma considera que este debe venir de la mano de una inyección de nuevos recursos a los clubes no considerados grandes.
“Así como a los clubes hay que colocarles responsabilidades financieras, también hay darles chances aunque sea por unos años a que se fortalezcan, sobre todos los clubes menores”, desliza el máximo dirigente de O’Higgins.
La fórmula que se propone desde la regencia rancagüina, tiene que ver con la que en algún momento le costo la salida de la presidencia de la ANFP al periodista Harold Mayne-Nicholls: repartición en partes iguales de los dineros del Canal del Fútbol.
“No hablamos de los sponsors de los clubes grandes, hablo de lo que produce el CDF y la selección, esos dineros deberían repartirse de forma igualitaria con un compromiso de desarrollo y fortalecimiento institucional”, argumenta.
Ricardo Abumohor se ilusiona con este escenario, “sería un gran avance y ahí fiscalicen todo lo que quieran”.
Pero en seguida aterriza y lanza su artillería. “La ANFP es como el estado, el estado está grande y los clubes chicos, cuando debería ser al revés. La ANFP debería ser una administradora del fútbol y generar todos los recursos para los clubes y darle la chance a esos clubes menores, que entienden que esto es deportivo y social y no solo económico, tener otra posibilidad de recursos”.
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