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Vertedero “La Yesca”, la “sorpresa” con la que se encontrarán 15 alcaldes cuando asuman sus cargos


Una investigación de El Tipógrafo descubre una sombra de duda sobre la legalidad del contrato que mantienen las comunas de O’Higgins con la empresa Veolia, que opera el relleno y su extensión de tiempo luego de haber terminado en mayo del presente año.

LUNES, 28 DE OCTUBRE DE 2024
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Publicado por

David Pellizzari



El año 1994, la Región de O’Higgins buscaba una solución para la disposición final de residuos y el entonces alcalde de la capital regional, el actual ministro de agricultura, Esteban Valenzuela, en conjunto con otros 5 ediles, lograron un acuerdo con Codelco para la adquisición de terrenos en la comuna de Requínoa para tal efecto. Nacía el relleno sanitario “La Yesca”.

Los municipios incorporaron a su patrimonio el terreno, en proporción a sus aportes, siendo Rancagua el propietario mayoritario con un 49%, mientras que Coinco fue el menor con tan sólo un 1%, lo que ocurrió antes de la vigencia de la Ley de Compras Públicas, por lo que el acuerdo tiene más de privado que de público. A los propietarios originales se fueron sumando paulatinamente más municipios hasta llegar a 11. En ese entonces, Rancagua asumió la “administración” del futuro contrato, el que fue licitado y adjudicado a la empresa denominada COINCA S.A, sin embargo, nunca se construyó un adecuado reglamento de dicha administración, lo que recientemente fue observado por la Contraloría General de la República, y que, además, ha tenido graves consecuencias para el resto de las comunas.

Con el transcurso del tiempo, y sin el acuerdo explícito de las demás comunas, Rancagua fue celebrando convenios con otros municipios para que pudieran disponer de sus residuos en el relleno “La Yesca”, lo que, al menos en teoría , debió haber impactado en la “vida útil” del recinto, o su capacidad para recibir residuos de un modo seguro y controlable.

¿Hasta cuándo duraba la concesión?

Coinca S.A debía operar el relleno por 27,4 años. ¿Por qué la extraña precisión del plazo? Los meses “extra” estaban considerados para la ejecución del plan de cierre del relleno, sin embargo, como el amable lector de éstas líneas habrá adivinado, ese plazo ya se venció, y cómo también debe haber supuesto, sigue funcionando, pero lo que probablemente no logre imaginar es ¿cómo? o ¿por qué?

El contrato que se ejecuta, pero nadie conoce

El 31 de mayo de 2024 terminó la concesión del relleno “La Yesca”, al menos así se desprende del marco legal aplicable, así como del contrato suscrito con la empresa adjudicataria, que en algún punto de esta compleja historia fue adquirida por Veolia (sí, la misma empresa que mantiene un polémico contrato celebrado mediante trato directo con el municipio de Rancagua para la recolección de residuos domiciliarios y otros servicios afines, y cuyos trabajadores se han visto obligados a protestar en las calles de la capital regional por supuestos incumplimientos). ¿Dónde se dispone la basura de buena parte de las comunas de la región entonces? Sí, el lector adivinó correctamente, en “La Yesca”.

Tras el escándalo de corrupción que terminó con el ahora ex alcalde Juan Ramón Godoy destituido y tras las rejas, la nueva administración de Emerson Avendaño se vio obligada a encontrar una solución de continuidad, y el equipo jurídico liderado por el abogado responsable de la querella que ayudó a hundir a Godoy, se hizo cargo del problema, César Zamorano Quitral, reconocido penalista, habría negociado una extensión del contrato con la empresa Veolia, para lo que incluso se dispuso la confección de un acto administrativo que validaba la concesión original de 1996 ¿…?, pero fechado en octubre de 2024. ¿Es legal la extensión de un contrato de concesión que ya había terminado? La lógica indica que para extender un contrato, el requisito mínimo es que el contrato a extender exista, se encuentre aún vigente, pues de lo contrario estaríamos en presencia de un nuevo acuerdo, para lo que habría sido necesaria la concurrencia de todos los municipios y no sólo de Rancagua en dicho contrato, y da la casualidad de que hay municipios que se opusieron terminantemente a dicha extensión, como Coinco, Machalí y Doñihue, quienes dudaban de la legalidad de aquello, y de Requínoa, que siempre ha sostenido que el relleno debe cerrarse y buscar una nueva localización al efecto, en otra comuna.

¿Cómo funciona hoy el relleno?

Ante la inexistencia de un contrato de concesión vigente, surge la pregunta de ¿Cómo se paga el servicio? Los municipios, que siguen disponiendo sus residuos en el lugar, para evitar caer en la figura del enriquecimiento sin causa, han seguido pagando a Rancagua (que sigue oficiando de administrador), sin embargo, trascendidos indican que la capital regional no ha pagado a Veolia, precisamente por no existir contrato, lo que de acumula a la deuda que tiene con la misma empresa por concepto de recolección de residuos, llegando ya a más de $2.000 millones.

Las preguntas sin respuesta se acumulan tras la investigación ¿Hay contrato de concesión que justifique la operación de un vertedero que, en rigor ya debería estar cerrado? ¿Qué pasa con la deuda que se mantiene con la empresa?, y muchas más que trataremos de ir resolviendo en próximas ediciones.


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