Llegó a O’Higgins con un gran cartel, pero su paso por Rancagua no convenció y terminó renunciando. Así fue la experiencia de Gabriel Milito en lo que fue su primera experiencia internacional como director técnico y que hoy, varios años después, triunfa en Brasil.
Su llegada al cuadro celeste
La llegada de Milito posterior a la salida de Cristián Arán en 2017. El argentino llegó con el objetivo de clasificar a O’Higgins a un torneo internacional. No obstante, su proceso estuvo marcado por la irregularidad.
Al mando de los «Celestes», el ex Barcelona alcanzó un 43% de rendimiento en 31 partidos dirigidos, de los cuales cosechó 11 victorias, 7 empates y 13 derrotas.
Entre los episodios que gatillaron fuertemente su salida fue la eliminación en Copa Chile 2018 a manos de Colchagua CD, elenco que en aquel año militaba en la Segunda División Profesional.
Anteriormente, el estratega venía de sufrir una emboscada por parte de barristas de O’Higgins en plena carretera, quienes le exigían su renuncia dada a la negativa campaña que arrastraba.
Ante estos antecedentes y en un proceso al cual no lograba encontrarle la vuelta, Milita da un paso al costado para encontrar mejor suerte en otros horizontes.
Presente auspicioso
Lejos de lo que fue su etapa en Rancagua, hoy Milito brilla con Atlético Mineiro, posicionando a su equipo entre los cuatro mejores de la Copa Libertadores. Días atrás logró despachar al vigente monarca del certamen, Fluminense, e inscribió al «Galo» en las semifinales, instancia en la que se medirá con River Plate.
El duelo de ida está programado para el 23 de octubre en el Arena MRV, mientras que la revancha está pactada para el miércoles 30 de octubre en Estadio Mâs Monumental de Núñez.
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