Hace algunos años, un joven profesor de Rancagua inició su carrera política como concejal, representando a la Democracia Cristiana. Los sueños y la vocación de servicio fueron el combustible de una trayectoria que lo llevo a la superintendencia de educación, al consejo regional, a la intendencia de la región de O´Higgins, y, finalmente al sillón municipal de Rancagua con un cambio de tienda política, al Partido Socialista de Chile en el intertanto.
Juan Ramón Godoy llegó a la alcaldía de Rancagua en una elección en que la Derecha fue dividida, entre el heredero político de Eduardo Soto, Raimundo Agliatti y la entonces concejala Pamela Jadell, lo que facilitó que el militante socialista triunfara en las urnas, pero con equilibrios políticos complejos en el concejo municipal y la sombra de un siempre presente en redes sociales ex alcalde Soto.
En este contexto, la gestión de Godoy era muy esperada por la izquierda de la ciudad y la región, pues, como dijera la diputada Riquelme en conversación con El Tipógrafo, “costó mucho recuperar el municipio para la izquierda”, y en ese sentido, había muchos ojos fijos en su administración.
El Capítulo Cormun
El alcalde de Rancagua ha aclarado en múltiples oportunidades que la Corporación Municipal de Rancagua es un ente distinto y separado del municipio que encabeza, y que su rol como presidente del directorio de la entidad no tiene que ver con la administración de la misma, y, por tanto, la responsabilidad en este sentido recae en su secretario general.
Según lo declarado por el alcalde Godoy él solicitó un pronunciamiento de la Contraloría General de la República sobre la gestión de la Corporación Municipal que abarcara la gestión anterior y los meses avanzados de la suya, lo que derivó en un informe final del órgano contralor que vino a aguar la semana de navidad del año recién pasado.
¿Qué dice el Informe?
El informe pone acento en la adquisición de bienes y servicios con sobreprecio, particularmente en el proyecto de mejoramiento de baños y camarines de establecimientos educacionales de la Corporación Municipal de Servicios Públicos Traspasados de Rancagua, así como también el pago de horas extraordinarias y el control de éstas, destacando que se pagaron horas extraordinarias sin que estas hayan sido efectivamente trabajadas.
Otro ítem que el informe de Contraloría hace notar se refiere a los sobreprecios en el proyecto mejoramiento pinturas establecimientos educacionales de la Corporación Municipal de Rancagua.
El documento es un informe definitivo y señala que las observaciones deben ser corregidas y los dineros pagados en exceso recuperados por la Cormun, pero lo que llama la atención es que se dispone que los antecedentes sean conocidos por el Consejo de Defensa del Estado y por la Fiscalía.
El informe cuyas, observaciones en su gran mayoría son Calificadas por el órgano contralor como de “alta complejidad”, y entrega a la Corporación un plazo de 60 días para acreditar haber dado cumplimiento a las observaciones de la Contraloría.
Los requerimientos que debe cumplir la Cormun se refieren, en la mayoría de los casos, a ajustar sus procesos a la normativa vigente, pues Contraloría detectó recurrentes trasgresiones a las normas de compras públicas y procesos licitatorios, además detectó infracciones administrativas en lo que se refiere al control de las horas extraordinarias que deben ser corregidas por la Corporación Municipal de Rancagua en el mismo plazo de 60 días.
En otros casos la Corporación deberá dar cuenta al ente contralor sobre los sumarios administrativos que debió sustanciar la Cormun a propósito de los hechos que fueron objeto de la auditoría.
El capítulo TER
4 concejales de Rancagua realizaron una presentación ante el Tribunal Electoral pidiendo la remoción de su cargo del alcalde Juan Ramón Godoy, aduciendo “notable abandono de deberes e infracción grave al principio de probidad administrativa”.
Según los ediles María del Carmen Orueta, Valentina Cáceres, Hugo Guzmán y Emerson Avendaño, no están conformes con las explicaciones del alcalde y el secretario general de la Cormun, respecto de varias actuaciones administrativas, sobre las cuáles han hecho presentaciones ante la Contraloría.
En la oportunidad el alcalde Juan Ramón Godoy, entregó una declaración pública indicando que “estamos haciendo las cosas bien” y reiterando nuevamente que “esto no es más que un ataque político” en su contra.
Si bien es cierto, el Tribunal no acogió la solicitud de los concejales en cuanto a la suspensión del cargo de Godoy mientras se tramitaba el juicio, también rechazó los recursos del alcalde y, por tanto, el proceso sigue su curso.
El capítulo mediático
Los hechos antes descritos han motivado la aparición en la prensa nacional de notas y reportajes sobre Rancagua, entre ellos dos reportajes de Canal 13 que fueron emitidos en todo el país y que el alcalde Juan Ramón Godoy intentó, mediante una acción judicial, que fuera “eliminado” y que no volviera a emitirse por el canal de Santiago, sin embargo, la Corte de Apelaciones de Rancagua rechazó el recurso de protección interpuesto por Godoy, y el material audiovisual podrá seguir emitiéndose, lo que constituye un triunfo de la libertad de expresión y de prensa.
El capítulo político
Finalmente la arista política de la crisis que enfrenta el alcalde Juan Ramón Godoy se hace patente en la soledad con que debe enfrentar la tempestad.
Todos los actores políticos relevantes del oficialismo han guardado escrupuloso silencio sobre la materia, o han dejado claro que no existirán defensas corporativas o compromisos políticos que “salven” a Godoy, lo que deja al edil de Rancagua sin piso político en la región.
Incluso el caso será revisado por el Tribunal Supremo del Partido Socialista que mediante un escueto comunicado indicó textualmente que la «mesa directiva determinó respecto de los casos vinculados a los gobiernos locales de los municipios de Peñalolén, El Tabo y Rancagua, fuesen entregados al Tribunal Supremo del Partido, máximo órgano jurisdiccional», que vela por «el cumplimiento de las disposiciones éticas y disciplinarias establecidas en la ley».
En el contexto de esa investigación partidaria, Godoy fue suspendido de su militancia en el Partido Socialista.
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