El primero en la línea de sucesión es el príncipe Carlos de Gales, hijo mayor de la Reina Isabel II y de su esposo el príncipe Felipe de Edimburgo. Como heredero recibió el título oficial de duque de Cornualles en 1952, en 1958 el de príncipe de Gales, además de los títulos históricos como el de duque de Rothesay, conde de Carrick, barón de Renfrew y señor de las Islas, duque de Edimburgo (tras la muerte de su padre), y conde de Chester.
Es el heredero de mayor duración en la historia de la monarquía británica con 73 años, superado a su tatarabuelo Eduardo VII, quien asumió el trono con más de 59 años de edad. También es el segundo heredero legal más longevo de la historia, solo superado por Sofía del Palatinado, quien era heredera de Ana de Gran Bretaña. (fallecida a los 83 años sin haber llegado a sucederla). En la actualidad está casado con Camila de Cornualles, quien sería reconocida como Reina consorte.
El segundo en la línea de sucesión es William, duque de Cambridge, el hijo mayor de Carlos y Diana. Está casado con Catherine Middleton, ahora Catalina, duquesa de Cambridge, con quien tiene tres hijos: Jorge, Carlota y Luis; quienes sucederían a su padre en orden de nacimiento.
Recién en el sexto lugar de sucesión al trono aparece Harry, el duque de Sussex, quien es el segundo hijo de Carlos y Diana. Está casado con Meghan (antes Markle), duquesa de Sussex, con quien tiene un hijo, Archie, y una hija Lilibeth; quienes están en los puestos séptimo y octavo en la línea de sucesión respectivamente.
A mediados de febrero del año pasado el Palacio de Buckingham anunció que Harry y Meghan acordaron con la Reina Isabel II que no volverán a ser miembros activos y con funciones de la familia real. Esto significó que los nombramientos militares honorarios y los patrocinios reales de Harry y Meghan fueron revocados y reasignados entre los miembros que representan a la familia real.
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