Las vacunas son una de las principales herramientas preventivas que posee la humanidad.
Desde la creación de la primera de ellas, contra la viruela hacia fines del siglo XVIII, hasta el día de hoy han evitado la muerte y secuelas en millones de personas alrededor del planeta.
Chile ha logrado eliminar del territorio nacional enfermedades que dejaban miles de niños muertos o con discapacidades como el sarampión y la poliomielitis, gracias a que posee una valiosa tradición en materia de vacunación.
Históricamente, las personas se han adherido a los programas y campañas ministeriales, lo cual nos ha permitido alcanzar estos éxitos que varios países todavía no poseen.
Nuestro comportamiento no debería ser distinto con la vacuna contra el Covid-19 y cada día estamos más cerca de recibir la inoculación tras la llegada de las primeras partidas con las que completamos más de 110 mil dosis ingresadas que ya están llegando todas las regiones del país.
Recordemos que existe la necesidad de garantizar que un porcentaje de la población esté vacunado contra un determinado agente infeccioso para impedir su circulación. Hay personas que tienen contraindicación médica de recibir la vacuna y, por ende, dependen críticamente de la protección que los demás vacunados construyan en torno a ellas, conocida como inmunidad de rebaño.
Visto de este modo, el vacunarse deja de ser un acto individual, pasando a ser también un acto colectivo, el cual requiere del compromiso y participación solidaria de toda la comunidad.
Pasamos mucho tiempo esperando que se desarrollaran las ansiadas vacunas, esperando que alcanzaran la efectividad y seguridad necesarias. Es día ya llegó y debemos dejar de lado las dudas, informarnos y tomar la decisión correcta.
A pesar de esta buena noticia, no debemos dejar de cuidarnos siguiendo todas las conocidas recomendaciones de la autoridades y expertos. Hace pocos días la Organización Mundial de la Salud declaró que, a pesar del inicio de la vacunación masiva, este año no se logrará la esperada inmunidad de rebaño global.
Puede ser que algunos países la logren, pero mientras no se vacune la gran mayoría de la población mundial no podemos cantar victoria.
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