Este domingo se llevarán a cabo las elecciones primarias municipales y de gobernadores regionales.
En la región de O’Higgins, solo en 4 comunas habrá primarias para elegir al candidato a alcalde de Chile Vamos en Machalí, Requínoa, Coltauco y Navidad. Mientras que la oposición inscribió primarias para elegir al nombre que estará en la papeleta del 11 de abril en la inédita e histórica elección de gobernadores regionales.
Se trata de una instancia democrática que genera incertidumbre respecto a cuál será la participación del electorado. Como antecedente, en la primaria municipal de 2017 solo votaron 280 mil personas en todo el país.
Y hoy, en un escenario de pandemia, y bajo una lógica de poca conexión entre candidatos y la ciudadanía, no existen expectativas de una alta participación.
Eso sí, se debe reconocer como una instancia que permite en cierta manera entregar al electorado la opción de elegir el nombre de quien estará en la papeleta del 11 de abril y que definitivamente no sea elegido entre cuatro paredes o por un grupo mínimo de personas que ostentan el poder.
Pero ¿qué pasará con el resto de las comunas? ¿por qué los partidos políticos no presentaron primarias, por ejemplo, en las capitales provinciales –Rancagua, San Fernando, Pichilemu- o en ciudades como Santa Cruz, San Vicente o Rengo?
El no llegar a acuerdos de primarias vinculantes en la oposición, es una señal de alerta respecto a cuál es el compromiso por potenciar las instancias que tiene la ciudadanía para elegir. Pero además, en varias comunas, a raíz de esta situación, se ha producido un lío político no menor, particularmente porque existen dos o más nombres que quieren estar en abril próximo. Rancagua, Machalí, Coltauco, Quinta de Tilcoco, San Fernando, son solo algunas. Por ello, desde la centro-izquierda reconocen que estudian la posibilidad de llevar a cabo primarias no vinculantes en diciembre, como una forma de poder dirimir el candidato único.
En la vereda opuesta, en el oficialismo, el nombre de su candidato a gobernador regional, ya estaría definido, por lo tanto, no se tuvo en consideración una instancia de primarias, como sí lo hizo la oposición.
Más allá de la participación que –según las proyecciones, será baja- las primarias hay que entenderlas como una señal potente de que el tiempo de las designaciones entre cuatro paredes ya pasó, y que las encuestas tampoco son el mejor mecanismo.
Incentivar la participación en las primarias es tarea de todo el espectro político, sin mirar colores ni partidos, pero para lograrlo, primero se debe creer en esta instancia como mecanismo de participación, respetarla y generar la condiciones para que los chilenos puedan participar cada vez más de las decisiones políticas.
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