Los desafíos para el futuro de la agricultura

Empezamos una semana, llenos de diversas actividades, donde quizás lo más importante de destacar es el primer fin de semana de primavera y se empiezan a ver algunos frutos del esfuerzo que hemos hecho como país en cuidarnos para prevenir el coronavirus.

Ciertamente falta mucho y lamentamos que en algunas zonas permanezcan los altos índices y la cuarentena, pero la apertura en otras nos da cierta esperanza de que esta batalla la podemos ganar o al menos controlar con el esfuerzo de todos.

Con que alegría vemos el cuidado y preocupación de los ciudadanos en general y de quienes nos fiscalizan, como también, la esperanza de quienes más han sufrido las consecuencias como lo son la gastronomía y hotelería. No nos relajemos más de la cuenta. Nos queda pendiente reactivar el sistema escolar y universitario, pero ya habrá tiempo para hacerlo bien y con la seguridad necesaria, para evitar rebrotes como han sucedido en otros países.

Junto a esto, se desata la campaña electoral para el plebiscito, a un mes plazo, donde decidiremos el camino mas adecuado para el futuro de Chile y cada uno debe analizar lo que cree mejor, logrando la estabilidad que un país requiere, para generar inversiones, empleo y una buena educación y futuro para todos.

Entre tanto, abundante información a través de diversos sistemas de comunicación, son necesarios para informarse adecuadamente y sin nombrar algunos en especial es conveniente participar, opinar con las responsabilidades necesarias.

Nosotros, los agricultores, iniciando con normalidad la primavera y múltiples labores que generarán mucho empleo y ya preparamos nuestro nuevo encuentro anual ENAGRO que lo hemos fijado el lunes 09 de noviembre donde plantearemos los desafíos para el futuro de la agricultura, donde va tomando cada vez más importancia, la productividad de nuestros campos, la incorporación de la pequeña agricultura al quehacer gremial, el cuidado del medio ambiente, el desarrollo de nuestro sector forestal, en armonía con el bosque nativo, el cuidado del agua y la calidad e inocuidad de nuestros productos.

Todo lo cual es un gran orgullo nuestro especialmente durante esta pandemia donde hemos demostrado una vez más al país que el campo ha dado todo para asegurar no solo la salud de nuestros trabajadores, también el abastecimiento en todo el país y atender además los compromisos o contratos en países extranjeros.

Esto no lo podríamos lograr sin haber tenido un estricto plan de salud con miles de funcionarios dedicados a esta causa, como también el apoyo incondicional de los transportistas en general, como también la preocupación del Ministerio de Agricultura y de Economía.