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Columnas de Opinión

A 50 años de la elección del Presidente Allende: La importancia de la Constitución y el plebiscito

MARTES, 8 DE SEPTIEMBRE DE 2020

Ahora es fundamental iniciar el nuevo proceso constituyente que permita reencontrarnos.


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El triunfo de la coalición de la Unidad Popular un 4 de Septiembre de 1970, representa un hito que marca la historia política, social y cultural del país. Indistintamente de nuestras legítimas convicciones ideológicas, esos años marcan  los pensamientos, desafíos, nostalgias y aprendizaje de nuestra comunidad nacional.

Con poco menos de 9 millones de personas en esos años y arraigadas expectativas de inclusión en las mejoras económicas y de la calidad de vida imperiosamente reclamadas -que emergen con mayor fuerza tras el Gobierno de Eduardo Frei Montalva -,  la Unidad Popular logra vencer en la carrera presidencial (36,2% de los votos, por sobre un 34,9% alcanzado por el Conservador Jorge Alessandri). 

En esta época, la segunda vuelta -en caso de no alcanzar la mayoría absoluta- no se contemplaba. En efecto, la Carta Política de 1925 le entregaba al Congreso Nacional dirimir entre las dos más altas votaciones.

Por ello, congresistas liderados por la Democracia Cristiana impulsaron el “Estatuto de Garantías Constitucionales”, texto de reforma  de la Carta Magna que significó una especie de compromiso de preservación de la institucionalidad democrática vigente.

Sin embargo, este gran esfuerzo institucional sucumbe con el Golpe de Estado de 1973, con un Bando militar número 5 y sucesivos “decretos leyes” que entregan los poderes -Constituyente, Ejecutivo-legislativo- del Estado a la Junta de Gobierno (con excepción de la función judicial). 

Durante el gobierno del Presidente Allende se procuró enfrentar el desafío de la extrema pobreza ( 21|% de la población según Censo poblacional 1970). Las medidas económicas calaban tan profundo que precisaban de un consenso o al menos un amplio respaldo jurídico-político que no se alcanzó, llevándonos a una cruenta autocracia .

El derramamiento de sangre, el odio, lo irreconciliable de las posiciones, estuvieron marcadas precisamente porque la institucionalidad no logró canalizar el Chile de la época. La Dictadura impuso brutalmente su Carta de 1980, y tras el plebiscito y triunfo del NO, las reformas de 1989-2005 fueron, sin duda, relevantes para la transición y consolidación democrática. 

Ahora es fundamental iniciar el nuevo proceso constituyente que permita reencontrarnos y conversar-dialogar sobre el nuevo pacto constitucional que deseamos para nuestro futuro. En estas horas, rememorar  las palabras de reencuentro y amistad cívica entre los Presidentes Allende y Frei Montalva en 1964 con la misiva manuscrita del primero: “gracias por tu preocupación. Sé que es expresión legítima y sincera de amistad…”.



Acerca de José Antonio Ramírez.
Doctor en Derecho Constitucional "Cum Laude". Premio Extraordinario Universidad Complutense de Madrid-España. Abogado de Pontificia Universidad Católica de Chile. Miembro del Instituto de Derecho Parlamentario Universidad Complutense de Madrid. Miembro de la Asociasión Argentina de Derecho Comparado y de Organizaciones Internacionales de Abogados y Académicos con especialidad Constitucional, Regulatoria, Medioambiental y Derecho Público Económico. Profesor de cátedra de Derecho Público y Derecho Constitucional, y autor de publicaciones relativas al análisis de la institucionalidad chilena, y disposiciones de principio constitucional-actividad social y económica del Estado.
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