Al igual que en todos los ámbitos del trabajo, a diario los transportistas escolares deben lidiar con una serie de variables para realizar con normalidad su labor en el traslado de estudiantes de la casa al colegio.
Al respecto, diario El Tipógrafo recogió hace algunas semanas denuncias sobre la desaparición de sus estacionamientos exclusivos en las cercanías de los colegios del centro de Rancagua, algo que tuvo repercusiones.
“Por ejemplo, tenemos un caso en calle Ibieta, donde se pintaron tres espacios a raíz justamente de esta nota publicada en que según una empresa de telefonía estos espacios eran para ellos, los que además están delimitados con amarillo; vale decir, son nuestros espacios de furgones escolares. Entonces hay una empresa que está tratando de ocupar estos lugares que nos delimitaron gratuitamente a nosotros, lo que genera otra problemática sobre quienes quieren ocupar estos espacios”, señaló al respecto Marcel Matus, vicepresidente de la Asociación Gremial de Transporte Escolar de Rancagua (Agter).
Pese a puntualidades como esta, el dirigente indicó que desde la asociación buscan mirar hacia adelante y mejorar su servicio por medio de un enfoque más profesional del rubro, tratando de que dejen de ser choferes y se conviertan en conductores, aspecto que exige mayores capacitaciones.
“Esa es la idea principal nuestra, ir educando al tío conductor sobre las normas, el trato con apoderados y obviamente que con nuestros similares. Tenemos conversaciones con la Mutual de Seguridad para dar cursos de primeros auxilios y de todo lo que se vaya requiriendo según las necesidades que se presentan a diario. Tiempo atrás tuvimos una inducción a la conducción junto a Carabineros de Chile, que este año queremos retomar nuevamente, para que aquel tío que no haya asistido a X curso asista y así superarnos día a día”.
En el ámbito interno del funcionamiento del servicio en la ciudad de Rancagua, el vicepresidente de Agter expresó que a los transportistas de la capital regional les falta unificarse más a fin de entregar un servicio con más garantías y mucho más ordenado.
“Hay muchos tíos que no saludan y uno a veces puede ser más amigable con el otro colega, trabajamos todos en lo mismo y lógicamente necesitamos unificar esto, y por eso nosotros siempre hacemos un llamado a que aquellos transportistas escolares que no están en la asociación se sumen a nosotros, y verán que siempre habrán beneficios en el sentido de unificarnos como personas, de ser una familia, donde compartimos mucho como grupo”, reveló Matus.
Finalmente, el vicepresidente de Agter ahondó en otros aspectos positivos en torno a la entrada a la comunidad de transportistas escolares de Rancagua.
“Tratamos de darles cursos, enseñanzas con las entidades pertinentes a nuestros conductores, que en el fondo son nuestros socios, e invitamos a todos los tíos transportistas que no están a que se asocien con nosotros: hay buenas materias a tratar, hay varias actividades además de estar al tanto de todo el reglamento que vamos poniendo a disposición de nuestros socios y modificaciones de ley. Invitamos a que seamos Agter pero en grande, ojalá llegar a los 500 socios, que sería lo ideal”, cerró Matus.
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